Migrantes salvadoreñas no escapan de violaciones en ruta a EU

El total de las salvadoreñas migrantes que se incorporarán a la llamada “ruta de la muerte” (desde su país natal hasta Estados Unidos), serán agredidas sexualmente al menos en una ocasión, dijo Elsa Ramos, investigadora de la Universidad Tecnológica.
 
A diario, El Salvador expulsa alrededor de 200 personas que viajan sin documentos a otros países en busca de mejores condiciones de vida; más de 52 por ciento son mujeres, según datos oficiales.
 
De acuerdo con el más reciente informe de Amnistía Internacional (2010), las personas migrantes salvadoreñas corren un alto riesgo de ser víctimas de asalto, extorsión, abuso físico y sexual, secuestro, desaparición y hasta la muerte.
 
Desde 2008 se realizan a nivel regional esfuerzos por disminuir los altos índices de violencia sexual contra mujeres y jóvenes migrantes.
 
El Salvador fue uno de los últimos países en sumarse en 2010 a la iniciativa regional para América Latina y el Caribe “Salud reproductiva para jóvenes y mujeres migrantes”, cuyo fin es la ampliación del acceso de la población migrante a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo la prevención del VIH/Sida y de la violencia sexual en las fronteras.
 
Con esta iniciativa, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) contribuye con gobiernos y en particular con Ministerios de Relaciones Exteriores y de Salud, y organizaciones civiles, en la construcción de respuestas interinstitucionales e interestatales, que garanticen el derecho a la salud sexual y reproductiva y salvaguarden la dignidad de mujeres y jóvenes, que tienen en común el anhelo de mejorar su calidad de vida y la de su familia, y de contribuir al progreso y desarrollo de las naciones involucradas.
 
Sin embargo, la violencia sexual con las mujeres en contextos migratorios continúa.
 
LA HISTORIA DE LOURDES
 
Lourdes, de 22 años, fue deportada hace un año de Estados Unidos. Hoy vive en el departamento de La Libertad y tiene un programa en una radio comunitaria para asesorar a las personas migrantes.
 
Ella fue una de las tantas víctimas de abuso sexual en su trayecto a EU. La persona que la acompañaba en esa ruta le dijo que era imposible pasar todas esas fronteras sin tener relaciones sexuales con extraños, y que era mejor que fuera “con quien le asegurara no tener VIH”.
 
Lourdes narra que a los 16 años emigró y al no haber tenido relaciones sexuales previas, la situación de violencia le generó un trauma que hasta la fecha dice no superar.
 
La falta de protección, su miedo a un embarazo no deseado o a contraer una infección de transmisión sexual (ITS) no la dejaban dormir en las noches. Las violaciones se repitieron a diario durante el trayecto.
 
Lourdes considera que son necesarias políticas de salud sexual y reproductiva que protejan a las migrantes, pero también que a las jóvenes en sus países de origen a temprana edad se les eduque en estos temas para que tengan una mejor formación y capacidad de respuesta ante casos de violencia sexual.
 
El Ministerio de Salud salvadoreño ha realizado esfuerzos para intensificar la educación sexual en la niñez y las y los adolescentes, pero grupos conservadores y religiosos se han opuesto fuertemente y han impedido que mejore la educación sexual en el país.
 
Según la dependencia, en poco tiempo se intensificará la educación sexual en la niñez de edad escolar, ya que es necesaria para prevenir embarazos en adolescentes e ITS.
 
En 2012, la tercera causa de muerte en mujeres de 20 a 59 años de edad fue el VIH/Sida, y de las primeras seis causas de morbilidad cinco están relacionadas con el embarazo, parto y puerperio.
 
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