Con la finalidad de denunciar la violencia de la que son víctimas miles de mujeres en la zona fronteriza entre Colombia y Ecuador a consecuencia del conflicto armado colombiano, más de 3 mil mujeres de varios países marcharán en Colombia hasta la frontera con Ecuador, informan en comunicado de prensa.
Las mujeres, agrupadas en torno a la Ruta Pacífica de las Mujeres y la Organización Femenina Popular, informaron que los próximos 22 y 23 de noviembre se llevará a cabo esta caminata que tiene como objetivo llegar al puerto internacional de Rumichaca, en la frontera entre los dos países.
La acción se hará con el fin de mostrar su solidaridad con las mujeres de la región y de los departamentos colombianos de Nariño y Putumayo, en el marco de la conmemoración del 25 de Noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.
«Diariamente reconfirmamos la necesidad de visibilizar las violencias que se comenten contra la vida y cuerpo de las mujeres y la grave situación humanitaria que se registra en la zona de frontera con Ecuador», enfatizaron.
En este sentido indicaron que La Ruta Pacífica de las Mujeres y la Organización Femenina Popular han sido testigas de esta situación, por lo cual más de 3 mil mujeres colombianas y ecuatorianas se movilizarán a la frontera con Ecuador el 22 y 23 de noviembre próximos.
Ellas se reunirán el día 23 en el puente Internacional de Rumichaca con otras 500 mujeres ecuatorianas, movilización simbólica que apunta a dar visibilidad a la situación de desplazamiento y refugio de las mujeres del sur de Colombia y planteará el establecimiento de una mesa de interlocución binacional para atender esta problemática, señalaron las activistas.
De la misma manera, denunciaron que con la nueva «modalidad» de expropiación de tierras que se está realizando en Colombia, las campesinas y campesinos deben desocupar sus parcelas con el pretexto de la erradicación manual de cultivos de uso ilícito.
Sin embargo, cuando regresan les piden los títulos de propiedad y el pago del impuesto predial y al no poder presentarlos, se les exhorta a la venta de la tierra para la agroindustria de la palma africana.
Así las mujeres no sólo viven las consecuencias del desplazamiento, de las muertes, de la desaparición, de la persecución, sino que son las principales encargadas de seguir sosteniendo la vida de quienes quedan.
Además cuando las mujeres dejan el campo para ir a las ciudades, tienen que abandonar su forma de vida, para dedicarse a la mendicidad o incluso a la prostitución (voluntaria o forzada). Conjuntamente, la violencia sexual es muy común en los centros de desplazamiento, donde muchas niñas y jóvenes son abusadas.
Es por ello que escogieron el sur de Colombia para la movilización, ya que este es uno de los puntos donde actualmente se desarrolla el conflicto armado y social con mayor fuerza.
De ahí el llamado a organizaciones sociales y a la comunidad internacional a acompañarlas en esta iniciativa de solidaridad con las mujeres de la zona de frontera entre Colombia y Ecuador y de los departamentos de Nariño y Putumayo.
07/GT/GG/CV
