Inicio Milité durante 5 años en el PRD sin saber cómo funcionaba

Milité durante 5 años en el PRD sin saber cómo funcionaba

Por Gladis Torres Ruiz

«De repente te das cuenta de que estás entre la decisión de seguir adelante coludida con los intereses, o seguir adentro y defender tu convicción…Eso es muy complicado porque eres parte de una institución… yo no quería ser un elemento de división… no me sentía a gusto… no debes de sufrir en los lugares en donde estás», indica Ruth Zavaleta Salgado al recordar las razones por las que salió del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Luego de que fue parte del equipo fundador del partido del sol azteca, el 25 de noviembre de 2009, Zavaleta Salgado, presentó su renuncia en medio de fuertes señalamientos de una parte de la militancia que la acusaba de colaborar con el gobierno de Calderón y de contradecir a la Convención Nacional Democrática y a Andrés Manuel López Obrador.

Sostuvo que su salida ocurrió después de todo un proceso de polarización del 2006, porque esa fue su convicción «y la voy a defender», aunque eso es muy complicado porque eres parte también de una institución».

Dicen que lo que teníamos que haber hecho era haber parado las sesiones y para mí eso no era lo correcto y el partido consideraba que era su mayor ganancia interna y externa. «Ahí hubo un divorcio fuerte», enfatiza quien fue la primera Secretaria de Desarrollo Social del gobierno del Distrito Federal (1997).

Más tarde, dijo, intenté restablecer la relación con el Comité Ejecutivo Nacional con Jesús Ortega, sin embargo «dentro de los comités nacionales hay burbujas y no tuve acceso a la burbuja, me fue imposible y yo no estaba dispuesta a participar de una manera marginal dentro del partido».

Decidí salirme, porque en la práctica las y los compañeros empiezan a hacer divisiones, Nueva Izquierda también se empieza a dividir y no me gustaban algunas decisiones que tomaron, no me identificaba con eso y me fui.

LA LLEGADA AL PRD

En 1996, Ruth Zavaleta llegó como damnificada a una colonia que había sido reubicada. Llegó a unos campamentos y empezó a participar por la vivienda.

En 1988 Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, empieza su campaña para presidente en mi colonia, conozco a Heberto Castillo y me acerco a Cárdenas es cuando se constituye el PRD, (1989) soy de las 500 firmantes convencida de que tenía que pertenecer al partido. Cárdenas empieza su primera y segunda campaña para jefe de gobierno en mi colonia.

«No entré al partido para que me dieran un cargo o una candidatura, sino porque era el que abanderaba lo que yo pensaba que se tenía pelear. Milité durante 5 años sin saber cómo funcionaba.

Cuando René Arce quería ser presidente del partido, yo voy de segunda, me nombraron Secretaria de Finanzas, ya no entra él y me quedo yo dentro de la estructura del partido; ésta es la vez que considero que tuve más aceptación por la gente del partido.

No obstante, «no sabía nada de finanzas» y me fui a tomar un curso al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), aprendí a hacer presupuestos, me volví muy popular «era la más popular dentro del partido porque era la que repartía la lana, pero además la cuidaba mucho y ahí me gane el mote de Margaret Tatcher».

En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) 2000-2003), se dieron mis primeros desencuentros con el Licenciado Andrés Manuel López Obrador. Tenía mucha amistad con él, me ayudó mucho.

EL PROBLEMA

Cuando al interior de la ALDF promuevo la reglamentación de las marchas primero me dijo que estaba de acuerdo y luego que ya no. Ya no pude parar el proceso de consulta y se molestó mucho conmigo, logré sacar la ley de transporte y vialidad en contra del PRD. Fue una época muy fuerte y si muy apasionada que me fortaleció mucho.

Cuando entro de jefa delegacional por Venustiano Carranza (2003), aprendo mucho y sobre todo «que las barreras te las pones tú y no hay limite, cuando quieres aplicar cosas nuevas». Luché por la candidatura con Alejandra Barrales, era como no tener ninguna posibilidad y llegué a ser la candidata cuando hicieron la primera encuesta.

A LA CÁMARA DE DIPUTADOS

En las votaciones para las candidaturas internas del partido, esperaban 50 votos para mí y obtuve 86 votos eso me permitió encabezar las listas plurinominales y llegar con mucha fuerza y legitimidad.

La mayoría en las cámaras era de Nueva Izquierda, pero como en la de Senadores Carlos Navarrete, quería ser coordinador del grupo y no tenía la mayoría se negoció que Javier Gonzáles fuera el Coordinador en Diputados.

Así me convencieron «no mira no pelees la coordinación es mejor ser presidenta. No lo reflexionaron cuando me lo plantearon. Creo que no me conocían bien los compañeros», añade la guerrerense.

Entré entonces a la maestría de Derecho Constitucional, quería saber bien cómo funcionaba el sistema, cómo era que funcionaba la Cámara, como era el contrapeso.

Cuando llegué a pelearles la presidencia, ya había logrado tener legitimidad en el grupo. «Todas las negociaciones importantes se cerraban en mi oficina lo que me dio una legitimidad que no pudieron parar el día de la votación».

10/GTR/LR/LGL

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