La defensa de las mujeres, como la mejor forma de respetar la dignidad del género humano, y por ende la causa de una sociedad más justa y democrática, es el principal legado de la activista mexicana Esther Chávez Cano, mujer emblemática a nivel internacional, quien murió el pasado 25 de diciembre, a consecuencia de cáncer.
«El trabajo que nos queda por hacer es mucho, el camino por delante es largo y arduo, pero llega el momento… para que se escuchen nuevas voces que lleven adelante la causa de las mujeres, que como dije, es también la causa de los hombres», son algunas de las últimas declaraciones que hizo en público la defensora de los derechos humanos de las mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Chávez Cano fundó la Casa Amiga, Centro de Crisis, Asociación Civil, el primer refugio de su tipo en toda la franja norte dedicado a clasificar información sobre los asesinatos de mujeres y albergue para mujeres agredidas. Y a principios de los años 90 dio a conocer los feminicidios seriales en Ciudad Juárez,
Ayer fue que se le rindió un homenaje de cuerpo presente en Casa Amiga, su lugar de trabajo donde día con día recibía llamadas de mujeres pidiendo ayuda, o de periodistas que la buscaban para conocer del tema en el que era experta.
La labor de Esther, se extendió hasta contar con numerosas compañeras y compañeros de búsqueda, periodistas, investigadoras e investigadores, rebuscando hacer efectiva la consigna de «Ni una muerta más» y a pesar de estos esfuerzos, hasta hoy no se ha logrado que se resuelvan los cientos de desapariciones y asesinatos de mujeres jóvenes.
Así compañeras y compañeros de trabajo de Casa Amiga, activistas sociales, familiares, mujeres y familias que recibieron su apoyo, la despidieron. Las muestras de cariño y respeto hacia ella no sólo se manifestaron en su homenaje, sino también por medio de correos electrónicos y comunicados en los que se señala que la partida de Esther es una gran pérdida.
De igual manera este día el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y el gobierno municipal lamentaron el deceso de la activista, al que calificaron como una gran pérdida para el movimiento amplio de mujeres. «Con la muerte de Chávez Cano la comunidad juarense perdió a una de sus más activas líderes sociales, que se caracterizó por buscar siempre el restablecimiento de la armonía social y por lograr que los asesinatos por motivo de género en Ciudad Juárez tuvieran repercusión nacional e internacional».
UNA MUJER CONTRA LOS ASESINATOS DE MUJERES
Mujeres asesinadas en condiciones similares aparecían en 1993 en el estado de Chihuahua, eran los tiempos de la administración de Carlos Salinas. Las autoridades locales repetían una y otra vez es crimen pasional y cerraban el caso. El horror de la pesadilla que no termina impresionó más cuando las autoridades desde un principio se negaron a vincular los crímenes.
Fue entonces cuando apareció Esther Chávez Cano, defensora de los derechos humanos, la pionera en ilustrar la historia de feminicidios en Ciudad Juárez en una libretita, un caso que ella documentó y que volvió famoso por el cinismo y la impunidad de las autoridades que lastima a millones de mujeres.
Las víctimas respondían a un patrón similar. Una joven desaparecía y era asesinada. La madre con desesperación buscaba a su hija sin el apoyo de las autoridades, que incluso durante años no han sido capaces de frenar la ola de asesinatos contra mujeres, que según cifras conservadoras suman más de 400.
La impunidad y el desdén de las autoridades no desalentaron a Esther en su trabajo por la justicia a las familias de las jóvenes asesinadas, por ello fundó el Grupo 8 de Marzo, y además impulsó a la Coordinadora de Organizaciones no Gubernamentales en Pro de la Mujer para articular las acciones que buscan resolver el feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Contadora pública por formación y activista por vocación, Chávez Cano desarrolló gran parte de su trabajo en su natal Ciudad Juárez.
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