La falta de sensibilidad de quienes aplican la prueba del papanicolaou en el sistema público de salud aleja a las mujeres y pone en riesgo su vida, alertaron hoy la jefa de jurisdicción de la Secretaría de Salud en el sur de Nayarit, Silvia Lorena Gradilla y la investigadora del Colegio de Sonora, Marta Cañizares.
Nayarit, con un millón de habitantes, ocupa el sexto lugar de incidencia de cáncer cérvico uterino (Cacu), en México.
En el Coloquio Nacional de Estudios de Género: La Condición de la Mujer en el Pacífico Mexicano, que concluye aquí este viernes, Silvia Lorena Gradilla presentó un estudio sobre las defunciones en siete municipios del sur de Nayarit, con población mayoritariamente rural, para detectar los factores de riesgo.
En total analizó las 63 defunciones por Cacu registradas en la zona entre 1995 y 1999. Al analizar la edad, el estado civil y otras variables, encontraron que la escolaridad resultó el factor más importante.
Entre las mujeres que murieron por Cacu, explicó la médica nayarita, tres de cada 10 eran analfabetas. En total, casi siete de cada 10 había acudido a la escuela menos de tres años.
El 98 por ciento de los casos analizados correspondieron a amas de casa provenientes en 43 por ciento del Instituto Mexicano del Seguro Social, 11 por ciento del ISSSTE y 46 por ciento de médicos particulares o clínicas de la Secretaría de Salud.
Las participantes en la mesa de trabajo concordaron en que aunque la investigación suele hacerse entre los grupos marginados de la población, tampoco las mujeres de mejores ingresos se practican la prueba.
Tampoco lo hacen las enfermeras o incluso las investigadoras de salud, recalcó Patricia Molinar, investigadora de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
De allí la urgencia, comentó la doctora Gradilla en entrevista, «de hacer un esfuerzo adicional para ofertar este servicio culturalmente aceptable y recordar que, si se atiende a tiempo, el cáncer es curable.»
Marta Cañizares presentó un estudio realizado con Patricia Aranda entre derechohabientes urbanas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Sonora, sobre la toma del papanicolaou. Ambas concluyen que la relación de las usuarias con el personal de enfermería está lejos de ser educativa.
Por el contrario, la relación que se establece y la rutina de cada papanicolaou, no incluye ni los elementos ni el tiempo necesario para dotar de herramientas a las mujeres sobre el conocimiento de su cuerpo y del procedimiento médico.
2003/MR/MEL
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