Organizaciones feministas y de derechos humanos manifestaron su apoyo a la periodista Sanjuana Martínez, a quien le cancelaron la publicación de la columna A Bocajarro en el periódico Milenio Diario de Monterrey, luego de haber escrito sobre la presunta protección que el cardenal Francisco Robles le brinda a pederastas dentro de la propia Iglesia católica.
Con 70 colaboraciones en ese diario regiomontano, Sanjuana Martínez fue notificada de su despido el pasado 28 de febrero bajo el argumento de «reestructuración de las páginas», según comenta la periodista, reconocida ya por sus publicaciones e investigaciones en torno a la pederastia clerical.
Dijo que aunque ese fue el argumento oficial ofrecido por la directora de Milenio, Roberta Garza, en realidad los problemas de censura empezaron a raíz de la publicación de su artículo «El refugio del cardenal Robles», en el que se evidenciaba la protección del purpurado de Monterrey a los pederastas.
«Mientras publiqué la pederastia relacionada con el cardenal Norberto o con Sandoval Iñiguez no hubo problema. La censura llegó cuando empecé a investigar la pederastia local, es decir, la protegida y alentada por el cardenal Robles», comentó Martínez.
Desde la salida de las páginas editoriales de Milenio, la periodista ha recibido diversas muestras de apoyo de colectivos de mujeres, organizaciones sociales y de lectoras y lectores en general, por lo que el pasado 14 de marzo se reunieron 20 mujeres de diversas agrupaciones quienes rechazaron la censura, demandaron que se cumpla su derecho a la información y acordaron estar atentas a las respuestas de la casa editorial.
Sanjuana Martínez obtuvo el Premio Nacional de Periodismo 2006, en la categoría de reportaje y ha trabajado por más de 20 años en diversos medios, principalmente en el semanario Proceso, del cual fue corresponsal desde España.
Las mujeres, reunidas con la periodista, manifestaron su preocupación por el hecho de que Milenio pudiera haber actuado bajo presiones por el contenido de los artículos de Sanjuana Martínez, y coincidieron en que no se trata sólo del apoyo a la comunicadora, sino de defender el derecho de la ciudadanía a un periodismo libre y democrático.
Entre las mujeres que expusieron esta postura se encuentran editorialistas locales y representantes de organizaciones como Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos; Género, Ética y Salud Sexual; Alternativas Pacíficas; Pro Salud Sexual y Reproductiva; Colectivo Plural de Mujeres y Milenio Feminista.
08/JMN/GG/CV