Tras huir de la guerra, refugiadas iraquíes entran al comercio sexual en Siria por la «desesperada» situación económica por la que atraviesan, informa la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su reporte del 2006.
Un alto comisionado de la ONU indicó que cerca de 1.2 millones de refugiados iraquíes viven en Siria, pero el gobierno de ese país dice que son mucho más.
La deteriorada situación económica de estos refugiados, como reportó la ONU el año pasado, encontró que niñas y mujeres entran en la prostitución a causa de las severas necesidades económicas que viven, ya sea en secreto o bien con el conocimiento o consentimiento de la familia, informa el New York Times en un amplio reportaje.
El reporte de la ONU agrega, por su parte, que en muchos de los casos, «la cabeza de familia trae a los clientes a la casa».
El NYT narra la situación de Umm Hiba, quien pidió solo utilizar su nombre a fin de guardar su identidad: la hija de Umm Hiba, en su natal Irak, era una devota estudiante, modesta en su vestir y muy seria en sus estudios. Con solo 16 años de edad, se ponía su islámica mascada en la cabeza y todos los días temprano realizaba sus rezos antes de entrar a clases.
Eso fue antes de que las milicias amenazaran a su vecindario en Bagdad. Y cuando esto sucedió, Umm Hiba y su hija huyeron a Siria en la pasada primavera. En ese país no hay trabajos y el papá de Humm Hiba desarrolló complicaciones con su diabetes.
Desesperada siguió el consejo de un conocido iraquí y llevó a su hija a trabajar a un centro nocturno, conocido porque ahí se ejerce la prostitución.
«Nosotros los iraquíes solíamos ser gente orgullosa», lo comentó desesperadamente a alguien del club, señalando a su hija que bailaba con una docena de muchachas más, vestidas de color rosa. Vio como un hombre se subió a la pista abrazándolas y bailando con ellas. «Durante la guerra perdimos todo, dijo, incluso, nuestro honor».
VIOLENCIA, LA CAUSA
Para cualquiera que esté viviendo en Damasco, el hecho de que algunas refugiadas iraquíes se prostituyan o trabajen en clubes sexuales es difícil de ignorar, incluso en el centro de Damasco.
Muchas de estas mujeres son jóvenes-niñas. Algunas son forzadas a la prostitución y ellas dicen que no tienen otro camino para ayudar a sus familias.
La situación de estas mujeres es uno de los síntomas más visibles de la crisis de refugiados iraquíes en Siria, indica el NYT.
Y mientras aumenta la violencia en Irak, más mujeres iraquíes migran y se dedican a la prostitución en Siria, cada día son más las mujeres jefas de familia y mujeres solas que recorren este camino.
«Muchas de las mujeres iraquíes llegan ahora a vivir aquí por sí mismas o con sus familias, porque mataron a sus hombres o fueron secuestrados», dijo la hermana Marie-Claude Naddaf, del convento sirio Good Shepher que ayuda a mujeres solas.
Afirma que las mujeres iraquíes se ven obligadas por primera vez en sus vidas a buscar trabajo, pero ante la escasez, lo único que encuentran es poner en el mercado a sus cuerpos.
«Me encontré a tres mujeres recientemente, dijo, viven juntas y todas se prostituyen. Toman turnos para salir por la noche y dividen el dinero para alimentar a sus hijos».
SE ROMPIÓ EL SILENCIO
A más de tres años de la invasión norteamericana en Irak (ocurrida en 2003), la prostitución en Siria es un tema tabú para el gobierno local. Lo mismo sucede con el abuso de las drogas que, dicen los medios de comunicación locales, atacan la decencia pública.
Dietrun Gunther, un oficial de las Naciones Unidas de la agencia de refugiados en Damasco, dijo que el gobierno finalmente rompió el silencio en el tema.
Estamos especialmente preocupados de que niñas jóvenes estén envueltas y de que sean forzadas, incluso en algunos casos por medio del contrabando, mencionó Gunther al NYT.
Estamos platicando con el gobierno especialmente sobre el tema de la prostitución. La apertura de las autoridades, señaló, es un gran avance.
La abogada y activista de derechos humanos Mouna Assad informa también que existe un sobre cupo en las escuelas. No tienen suficientes casas para el alojamiento de las y los refugiados y tampoco centros de salud a los que pueden dirigirse. Y por la situación que se vive en Irak, Siria tiene mucho cuidado de no deportar a estas mujeres quienes, como todo ciudadano árabe, no necesitan visa para entrar a este país.
Las cantidades que ganan las mujeres y jóvenes niñas que se prostituyen en Damasco van de 50 a 70 dólares. El 70 u 80 por ciento de las mujeres que se dedican a ello en Siria que son iraquíes, desplazando incluso, a rusas y marroquíes, indica el NYT.
Si ellas regresan a Irak podrían morir, y la prostitución es el único trabajo que pueden encontrar en Siria, concluye el diario.
07/LPB/GT/GG/CV