El día de hoy a los 49 años de edad, murió Román González López, destacado periodista y luchador por los derechos humanos, amigo entrañable de Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC) y colaborador incansable de esta agencia de noticias.
Nacido en la Ciudad de México y «orgullosamente nezahualcoyense», como él decía, desde su juventud se comprometió con las causas sociales que lo llevaron a formar parte de las y los Alfabetizadores Populares en el Servicio, Desarrollo y Paz, AC (Sedepac).
Román inició su vida de reportero en el periódico unomásuno. Más tarde, al lado de un grupo de inquietos periodistas, guiados por Pepe Reveles, formó parte de la revista Filo Rojo, especializada en Derechos Humanos y fue también reportero de la revista sobre política De Par en Par.
Además formó parte del Centro Nacional de Comunicación Social AC (Cencos) como analista informativo.
En 1994 se sumó al proyecto de CIMAC quedando a cargo de la Coordinación de Análisis y Selección Informativa.
Aquí también se desempeñó como reportero de asuntos especiales de la agencia especializada en Periodismo de Género, Cimacnoticias, donde Román aprendió que la lucha por el respeto de los derechos humanos de las mujeres es una tarea de la sociedad en su conjunto.
Él decidió unirse a esta lucha y hacerla suya.
Siempre comprometido con su labor periodística, pudo mostrar –de la mano de sus compañeras– la otra cara de las mujeres, el rostro que muy pocos periodistas se animan a ver.
Lema favorito de su vida fue: «existe otra forma posible de sociedad, más equitativa y democrática, pero hay que trabajar para alcanzarla».
Uno de los grandes aportes que dio a CIMAC fue su empeño para la construcción, al lado de otras 36 compañeras, de la Red informal de periodistas, que habría de concretarse un año más tarde como Red Nacional de Periodistas.
Compartió ahí con nosotras el objetivo de democratizar los medios masivos de comunicación al poner en el centro de la información el quehacer social de las mujeres.
Dejó CIMAC, tras una década de trabajo, para formar parte de diversas iniciativas en la lucha por el reconocimiento del papel social de las mujeres en los medios masivos de comunicación.
Siempre alegre y buen compañero, Román trabajó en el equipo de la ex diputada federal, Marcela Lagarde y de los Ríos, presidenta entonces de la Comisión Especial para Conocer y dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana.
Hasta sus últimos días, Román formó parte del equipo de la Fiscalía Especializada en la Atención de Delitos Violentos en Contra de Mujeres (Fevim), que depende de la Procuraduría General de la República.
A nuestro querido amigo le sobreviven su esposa, dos hijos, su hermana y hermanos.
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