Con sus diferencias, las tres principales fuerzas políticas (PRI, PAN y PRD) esperan atraer el voto femenino el próximo 6 de julio enarbolando las clásicas banderas de combate a la discriminación y la violencia de género, así como la reivindicación de los derechos laborales, sexuales y reproductivos de las mexicanas.
Las diferencias entre las fuerzas mayoritarias estriban en temas como el aborto y el asesinato de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua. También se ha desatado la polémica con la propuesta de Acción Nacional de crear una Secretaría de la Familia.
El Partido de la Revolución Democrática se ha pronunciado por destrabar en la próxima legislatura la llamada reforma del Estado, pero desde una «perspectiva de género». Es decir, la próxima bancada perredista se propone impulsar reformas constitucionales y a diversos ordenamientos legales, para garantizar la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos a hombres y mujeres.
El sol azteca también ofrece reformas para detener el asesinato de mujeres en la norteña Ciudad Juárez, Chihuahua y para defender los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, para prevenir, entre otros problemas, los 500 mil embarazos de niñas y adolescentes que ocurren al año en México.
El PRD se ha pronunciado por defender el derecho de las mexicanas a la libre maternidad, sin mencionar en específico el polémico tema del aborto. No obstante, algunas de sus candidatas a la Cámara baja, como Mitzuco Márquez, proponer realizar una consulta nacional con miras a lograr su despenalización.
En tanto el PAN, fiel a su doctrina, ha expresado tajantemente que en la próxima Cámara de Diputados no promoverá debate alguno sobre reformas federales en materia de aborto legal.
Al mismo tiempo, el blanquiazul también prevé la creación de una Secretaría de la Familia, que se sumaría a las funciones de los ya existentes Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y el Instituto Nacional de las Mujeres.
Tal propuesta ha despertado el rechazo del PRD y de partidos emergentes como México Posible, ante la posibilidad de que la política social adquiera matices conservadores y contrarios al Estado laico.
Por otra parte, el blanquiazul ofrece medidas legislativas para eliminar la discriminación salarial hacia las mujeres, y otorgar más presupuesto a los programas de atención para la población femenina. En cambio, el PAN carece de un pronunciamiento claro en contra de la violencia de género en Ciudad Juárez.
Mientras, el PRI se ha manifestado en general por «recuperar un proyecto de nación» que garantice seguridad social, jurídica y laboral a las mexicanas. Su propuesta a favor de las mujeres se fundamenta en el rechazo a la política social del gobierno federal panista que, asegura, ha violentado los derechos de las mexicanas.
Al contrario del PAN y en coincidencia con el PRD, el tricolor ha manifestado su repudio al feminicidio en Ciudad Juárez y exige al presidente Vicente Fox su intervención inmediata para detener la ola de crímenes. Pero en el tema del aborto el PRI es cuidadoso y sólo acepta que discutiría su posible despenalización.
2003/RM/MEL
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