La pornografía infantil no es un asunto menor. En nuestro país se calcula que existen 20 mil niños en el mercado porno. Uno de los centros principales es Tijuana, además de las playas y los centros turísticos, según los anuncios cibernéticos. Da vergüenza pensar que México se promociona en estos sitios de la red como un centro muy atractivo para encontrar diversión visual, prostitución y disfrute de menores.
Nuestras pequeñas, a veces raptadas, a veces engañadas y con grandes miedos huyen de sus familiares en busca de algo mejor y, por desgracia, muchas veces caen en las garras de pederastas y organizaciones que se dedican no sólo a los videos eróticos, también a la violencia sexual y a prácticas peligrosas con pequeños indefensos que mantienen en cautiverio.
Ahí tenemos el caso de Michael Jackson, quien en varias ocasiones a dado suficiente material a los medios durante sus juicios, demandas y componendas con sus víctimas. Ahora enfrenta otro caso más y sinceramente se merece que se le juzgue implacablemente, por desgracia el dinero corrompe todo.
Debemos conocer a fondo lo que se ha anunciado por internet. Es necesario que la PGR dé un informe confiable, incluyendo las fotos de los niños y niñas dentro del tráfico, por lo menos, los que es posible comprar siendo usuario.
Desde luego, debemos excluir todo lo que no trate de reconocer al menor para difundir su cara con la esperanza de localizar a sus padres o familiares. Seguir la pista, encontrar a los culpables y fincarles responsabilidades. Es increíble todo lo que la policía puede llegar a saber bajo tantita presión. Muchos de estos niños mueren.
Me preguntó ¿quiénes gozan de los niños y niñas, quiénes compran esa clase de productos, qué clase de personas se dedican a un negocio tan infernal? Seguramente, y lo he pensado mucho, es un mercado para hombres. Hombres mayores participan en el sexo con menores. Son hombres los que los lastiman. Son hombres, en su mayoría, los que se deleitan con la violencia y son vouyeristas de las vejaciones a la infancia. Canallas, pervertidos e inhumanos. Es una mafia y está entre nosotros, en la sociedad mexicana. Corrompiendo a todo el mundo y enriqueciéndose a costa de los más pobres, de los más ofendidos, de los más golpeados, de los, definitivamente, indefensos.
*Martha Guerrero González, Presidenta de la Asociación de Mujeres Periodistas Communica.
04/MG/GBG
