«No tengo ninguna cuenta bancaria de miles de dólares a mi nombre. Vivo en el mismo lugar desde hace 30 años, y tengo el mismo número telefónico. Estoy orgullosa de mí, y de mi vida, he sido, sigo siendo y soy una mujer de izquierda y feminista», así respondió la ex secretaria de Rosario Robles, Georgina Rangel, a las acusaciones en su contra del asambleísta con licencia René Bejarano.
En una misiva dirigida a Bejarano, quien ayer aseguró en conferencia de prensa que Rangel junto con otros colaboradores de la ex jefa de Gobierno, Rosario Robles, tienen cuentas bancarias millonarias, la feminista informó que interpondrá una denuncia contra el perredista por difamación ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
En la carta, enviada a esta redacción, Georgina Rangel expuso que al conocer que su nombre figuraba en la lista dada a conocer por Bejarano quedó verdaderamente sorprendida y desconcertada.
¿Por qué René?, se cuestionó Rangel al no encontrar explicación a las acusaciones de Bejarano, aunque por la vía epistolar le respondió: «No me preocupa, no tengo nada qué ocultar ni qué esconder».
En su carta, Rangel le dijo al ex líder de la bancada perredista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) que durante sus años de militancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), sólo recibió apoyos económicos en tres ocasiones: en 1993 de la Secretaría de Movimientos Sociales; en 1996 de la Secretaría de la Mujer, y en 2002 y 2003 cuando Rosario Robles fue presidenta del partido.
«Nunca he vivido de mi militancia; nunca he aceptado ni tenido ningún puesto ni cargo que signifique algo que vaya en contra de los que soy, de mis principios. Mucho menos recibir dinero que no me haya ganado honestamente y que sea producto de mi trabajo», aseguró Rangel.
En ese tenor, resaltó que continúa trabajando en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y que su sueldo asciende a siete mil 400 pesos mensuales.
Reveló que conoció a Bejarano hace 29 años en la UAM, y siendo jóvenes participaron en la formación del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM). «Erámos jóvenes y comprometidos con el ideal de transformar el mundo».
Años más tarde -observó-, René Bejarano fue diputado federal, asambleísta, «líder en el PRD, coordinador de una de las corrientes más importantes del partido», así como secretario particular de jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, por lo que adquirió poder.
«Seguí militando en el feminismo, donde conocí a Rosario Robles, capacitando a obreras de la maquila para que defendieran sus derechos laborales y participé en Chiapas como integrante de misiones civiles de observación durante el conflicto armado», añadió la agraviada.
Georgina Rangel concluyó la carta a Bejarano de la siguiente manera: «¿Qué fácil es difamar a alguien, verdad René? Sobre todo cuando se tiene poder.
2004/RGL/BJ/SM