En un intento por incidir cada vez más para que las legislaciones del mundo y el derecho internacional garanticen mejores condiciones de vida a las mujeres, 162 diputadas y senadoras de 70 países participaron en esta ciudad en la Novena Reunión Mundial de Mujeres Parlamentarias.
Del 18 al 23 de abril, el Senado de la República fue anfitrión de ese evento en el que las legisladoras debatieron posibles soluciones al flagelo de la explotación sexual infantil, el papel de las mujeres en los procesos de paz, la necesidad de que los presupuestos públicos se diseñen con enfoque de género, y la urgencia de aumentar la presencia femenina en los Congresos, entre otros temas.
Al inicio de la reunión –paralela a la 110 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP)–, se generó la expectativa de que habría un pronunciamiento a favor del esclarecimiento y el fin de la impunidad por los cerca de 400 asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, crimen que por su gravedad ha dado la vuelta al mundo.
Finalmente, las parlamentarias no hicieron un llamado oficial sobre el tema toda vez que no era uno de los puntos de la agenda, aunque hubo menciones al respecto por parte de los senadores Dulce María Sauri y Enrique Jackson –presidente de la Cámara alta–, quienes lamentaron la espiral de violencia que desde 1993 atenta contra las mexicanas en esa localidad fronteriza con Estados Unidos.
Sin embargo, como informó Sauri Riancho, presidenta de la comisión especial del Senado para dar seguimiento a las investigaciones del feminicidio, las mujeres parlamentarias acordaron que el próximo año en Manila, Filipinas, habrá un panel de discusión sobre la violencia contra las mujeres y la niñez, en el que se abordará la situación en Ciudad Juárez.
MAS PODER A LAS MUJERES
Las Reuniones de Mujeres Parlamentarias se llevan a cabo desde 1975, como parte de las Asambleas de la UIP, mecanismo fundado en 1889 y que agrupa a 142 Parlamentos de todo el mundo.
El objetivo del encuentro de mujeres es que las participantes intercambien, analicen y promuevan acuerdos políticos, haciendo énfasis en la inserción de las mujeres en el ámbito parlamentario.
En ese sentido, la Novena Reunión Mundial de Mujeres Parlamentarias se caracterizó por hacer un fuerte reclamo a la UIP con el fin de que modifique sus estatutos internos para que las parlamentarias puedan incidir directamente desde una perspectiva de género en los acuerdos de las asambleas.
«No es posible que la celebración de la Reunión de las Mujeres Parlamentarias, una ocasión de la mayor relevancia para las mujeres parlamentarias de todo el mundo, se convierta en una mera reunión simbólica o protocolaria por su imposibilidad para influir de manera concreta en los propios trabajos de la UIP», fue la denuncia en tribuna de la priista Dulce María Sauri, ante más de mil asistentes durante los trabajos finales del evento.
Encarrerada, Sauri Rincho advirtió que la reunión de mujeres no debe convertirse en una sesión «obligada» con la que hay que cumplir sólo para ser «políticamente correctos».
2004/RM
