Dolly tiene una teoría muy simple sobre la vida, «la vida es para ayudar», y a sus 15 años de edad dirige un grupo de niñas dedicadas al seguimiento de la higiene, dentro de un proyecto que ha comenzado a transformar su comunidad, una barriada pobre de Dhaka, en Bangladesh.
Junto con Dolly, más de 100 activistas jóvenes relacionados con el agua, procedentes de 30 países, participarán en el Foro Mundial del Agua para la infancia, reunión sin precedentes para la supervivencia y la educación durante el IV Foro Mundial del Agua que se inició hoy aquí.
Organizado por UNICEF, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, el proyecto WET y el foro Japonés del Agua, se prevé que los jóvenes se reúnan con los ministros de gobierno para analizar la forma en la que pueden ayudar a resolver la crisis cada vez más aguda por ese vital líquido.
La falta de agua potable y saneamiento básico es una emergencia mundial. Más de mil 100 millones de personas viven diariamente sin agua potable y dos mil 600 millones de personas (1 de cada 3) carece incluso de la letrina más sencilla.
La falta de agua potable y saneamiento básico es una crisis que afecta a 400 millones de niños y niñas, las enfermedades diarreicas comunes son la segunda causa de muerte de más de 4 mil 500 niños todos los días. Además, la carencia de agua amenaza la educación, especialmente la de las niñas.
Las economías en desarrollo son otras víctimas de este problema ya que las enfermedades y las bajas tasas educativas cuestan a los países en desarrollo miles de millones de dólares en pérdidas productivas cada año.
En muchas comunidades pobres, los niños y niñas son los héroes desconocidos en la lucha contra las enfermedades transmitidas por el agua.
Ellos han sido los primeros en organizar instalaciones para lavarse las manos, en la construcción de letrinas, y exigir mejores servicios de parte de los gobiernos.
06/CF/LR