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Otorgan a abogada iraní Premio Nobel de la Paz

Por la Redacción

Perseguida y encarcelada tras el triunfo de la Revolución Islámica en Iran, la abogada, jueza, ponente, escritora y activista defensora de los derechos civiles, en particular de mujeres, niñas y niños Shirin Ebadi, obtuvo hoy el Premio Nobel de la Paz 2003, informó desde Noruega el comité encargado de otorgar esa distinción.

Ebadi es la primera musulmana y la décimo primera mujer en obtener el Nobel de la Paz por su lucha por la democracia y los derechos humanos, en particular los de mujeres y niños.

«Como abogada, jueza, ponente, escritora y activista, ella ha hablado de manera clara y firme en su país, Irán, y mucho más allá de sus fronteras», dijo el Comité Noruego del Nobel en su declaración.

El presidente de la comisión, Ole Danbolt Mjoes, afirmó que «esta es una cuestión de derechos humanos de la mujer, de derechos humanos de los niños y sus madres. El mensaje para todo el mundo es sobre el valor de los individuos y los grupos de personas. Espero que el premio de la paz para Ebadi permita fortalecer y dar apoyo a la causa de los derechos humanos en Irán», dijo.

LA FUERZA DEL ESPÍRITU HUMANO

Shirin Ebadi nació en Iran en 1947. En 1969 se graduó en la Facultad de Leyes de la Universidad de Teherán, entre 1975 y 1979 se desempeñó como la primera jueza de su país, puesto que abandonó tras el triunfo de la Revolución Iraní que llevó al poder a un gobierno fundamentalista.

Desde entonces regresó a sus labores de abogada siempre defendiendo los derechos civiles y humanos de las mujeres, niñas y niños. En 1994 participó en la fundación de la Sociedad para Proteger los Derechos de los Niños de Iran.

En 1996 su labor fue reconocida con un premio otorgado por la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch y en el año 2000 representó a familiares de escritores e intelectuales víctimas de asesinatos seriales entre 1998 y 1999.

En el año 2000 fue arrestada y condenada por «causar disturbios a la opinión pública», debido a la defensa de los escritores e intelectuales. Liberada poco después, en el 2001 le fue otorgado el Premio Rafto de la organización noruega Human Rights Prize.

En una entrevista con el diario Jameah Persian Daily realizada en 1998, Shirin Ebadi cuestiona las leyes de su país que consideran aptas para el matrimonio a las niñas de nueve años y a los hombres de 15 y califica ese hecho como esclavitud.

Rechaza el uso político que se da en el mundo al concepto de Derechos Humanos y cuestiona la diferenciación que se hace a los del mundo musulmán y el resto de la humanidad.

Considera que desde la victoria de la Revolución Islámica, en 1979, todas las ofensas políticas son tomadas como ofensas contrarrevolucionarias y turnadas a cortes militares sin la presencia de un jurado y cita como ejemplos los casos del periodista y escritor Faraj Sarkouhi y Abbas Amir Entezam, ex oficial del ejército.

Y agrega que aunque esos juicios terminen con la liberación del acusado son ilegales porque deben ser abiertos en presencia de un jurado.

PENA DE MUERTE Y LATIGAZOS

En Iran, relata Shirin Ebadi, el Código Penal Islámico establece que si una pareja tiene relaciones sexuales sin estar casados la condena es de 100 latigazos, si el hombre no es musulmán y ella sí, la pena para él es la muerte.

«Soy una musulmana, así que se puede serlo y apoyar la democracia…es algo muy bueno para los derechos humanos en Irán, especialmente para los de los niños. Espero que sea útil», dijo este viernes Shirin Ebadi al enterarse del premio.

Entre las mujeres que han recibido el Premio Nobel de la Paz están la escritora austríaca Bertha von Suttner, distinguida por su defensa de los ideales pacifistas en 1905 y la estadounidense Jane Adams quien en 1931 recibió el premio, junto con su compatriota Nicholas Murray Butler, por su contribución al levantamiento del llamado Partido de la Paz de las Mujeres y de la Liga Internacional de Mujeres.

Otra estadounidense, Emily Greene Balch, recibió el Nobel un año después de acabada la Segunda Guerra Mundial, en 1946, también de forma compartida con un hombre, su compatriota John Raleigh Mott.

Ambos fueron premiados por su labor en la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad que se había creado en Zúrich.

Durante treinta años, ninguna mujer recibió el Nobel de la Paz, hasta que Betty Williams y Mairead Corrigan, una norirlandesa y una británica, fueran distinguidas por sus esfuerzos en pro de la pacificación de Irlanda del Norte.

En 1979, la mujer galardonada es la más conocida, la madre Teresa de Calcuta, la monja de origen albanés que creó una obra en la India para luchar contra la pobreza y especialmente para ayudar a los niños indigentes.

Tres años después, en 1982, la sueca Alva Myrdal compartió el premio con el mexicano Alfonso García Robles, por su labor por el desarme nuclear.

En 1991, la opositora birmana Aung San Suu Kyi obtuvo el Nobel por su resistencia pacífica al régimen militar y su defensa de la democracia y los derechos humanos.

Un año después, recibió el Premio la guatemalteca Rigoberta Menchú, por su defensa de los derechos de las poblaciones indígenas de América Latina.

La estadounidense Jody Williams fue galardonada en 1997 junto con el movimiento por la prohibición de las minas antipersonales que representaba.

2003/MES/MEL

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