El presidente George W. Bush reiteró hoy en Monterrey que es necesario vincular la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) a las reformas estructurales, políticas y económicas, en los países pobres.
«Estados que gobiernan justamente para sus pueblos y promuevan la libertad económica» son los que recibirán recursos dijo el presidente norteamericano, al ratificar el aumento de 5 mil millones de dólares anuales por tres años para ayuda a los países pobres.
En la Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo, que termina hoy, insistió en que son el comercio, el capital nacional y la inversión extranjera, las herramientas prioritarias para el desarrollo en el mundo.
En un discurso, en el que abundaron alusiones a la fe y a la libertad, Bush dijo que de lo que se trata es de alentar las fuentes de riqueza, «no sólo redistribuirla». Se refirió a la libertad económica, la libertad política, el estado de derecho y el respeto a los derechos humanos como fuentes fundamentales de generación de esa riqueza.
Llamó a eliminar las barreras comerciales «entre los países en desarrollo» sin referirse a las críticas de los países pobres sobre los altos aranceles a los productos.
Por su parte, Jacques Chirac, presidente de Francia, planteó mecanismos concretos adicionales y posteriores al Consenso de Monterrey, como la inclusión de los llamados bienes ambientales globales a las negociaciones y a la firma de una convención sobre diversidad cultural.
Asimismo, propuso la creación de la «Organización Mundial de Medio Ambiente», que implicaría sustituir el actual Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente por una instancia multilateral de capacidad de decisión mayor, equivalente a la Organización Mundial de Comercio.
CRÍTICAS DESDE EL SUR
A pesar de reivindicar la Conferencia y el Consenso de Monterrey como «un éxito en sí mismo», Ricardo Lagos, presidente de Chile fue crítico, al hablar de que es necesario implementar reglas para transparentar la canalización de los fondos de ayuda, pero exigió que no existan ataduras ni condicionamientos de ninguna clase para ésta.
Dijo que los países pobres se beneficiarían con 130 millones de dólares anuales, si los industrializados levantaran las barreras arancelarias en el comercio.
Lagos dijo que «si queremos resolver los problemas de la financiación para el desarrollo nos parece central considerar propuestas como la tasa Tobin».
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