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Piden sindicalistas mexicanas leyes no discriminatorias

Sindicalistas mexicanas exhortaron hoy al Congreso de la Unión a legislar en favor de las mujeres y establecer en las leyes la no discriminación hacia este género, demandas en las que coincidieron Rutilia Díaz, coordinadora de las trabajadoras de la empresa trasnacional Avon, y Margarita Chávez, secretaria de equidad y género del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), al participar en el desfile del Día del Trabajo en la Ciudad de México.

Durante esta celebración, que inició con una marcha desde el Monumento a la Revolución y culminó en un mitin en el Zócalo capitalino, participaron sindicatos independientes, de la Unión Nacional de los Trabajadores (UNT), de bomberos y trabajadores del transporte público del Gobierno del Distrito Federal.

Las y los trabajadores haciendo un llamado a la no a la privatización de la industria eléctrica; rechazaron la Ley del ISSSTE; exigieron respeto a los derechos laborales; soberanía alimenticia; autonomía sindical y aumento salarial de emergencia.

Entre consignas en contra del gobierno federal y de su política neoliberal, la secretaria de Equidad y Género del Sindicato de Telefonistas, Margarita Chávez, mencionó que las trabajadoras mexicanas ?muchas de ellas jefas de hogar– aún están luchando por la igualdad laboral, salarial, de derechos y la equidad de género, toda vez que en México la situación de la mujer es muy difícil cuando no está afiliada a un sindicato.

La dirigente subrayó que «hay sindicatos que existen bajo contratos de protección (patronales) y si no estás bajo su tutela puedes perder el empleo sin más ni más, por ello las mujeres estamos luchando en contra de ellos, y de los líderes corruptos, que sólo ven por sus intereses».

Bajo los rayos del sol y ante los gritos de los comerciantes que ofertaban sus mercancías (¡Pásenle, pásenle! ¡Lleven sus tacos y refrescos!), la sindicalista declaró que la situación de las mujeres frente a las condiciones laborales recientes es cada vez peor; las empresas siguen despidiendo y hasta negando el empleo a las mujeres embarazadas, aún cuando la ley establece lo contrario.

Entrevistada por Cimacnoticias sobre la participación de la mujer en el sindicalismo nacional, Margarita Chávez reconoció que está muy por debajo en comparación con la de los hombres, debido a que enfrenta triple jornada: su trabajo, el trabajo en casa y el del sindicato, hecho que limita su participación política.

A su vez, la coordinadora de las trabajadoras de Avon, Rutilia Díaz denunció que la transnacional está condicionando el Seguro social a las trabajadoras por ventas arriba de los cinco mil pesos.

La representante indicó que hay cientos de trabajadoras con más de 20 años de antigüedad en todo el país, a las que Avon no quiere otorgarles dicha prestación social, y que trabajan sin ningún respaldo social, pese a que están expuestas a los peligros de la calle.

Rutilia dijo: «Queremos que la empresa nos reconozca como trabajadoras-representantes, tal como lo marca la ley, de tal forma que pudiéramos contar con las prestaciones de ley».

CONTRATOS DE PROTECCIÓN

Mientras sindicalistas independientes avanzaban por Paseo de la Reforma, amenizando su marcha con consignas alusivas a la privatización, recordatorios familiares a Felipe Calderón, que por cierto fueron las más. El abogado laboralista, Arturo Alcalde denunció que gracias a los contratos de protección (que representan el 92 por ciento de los que hay en el país), los derechos de las y los trabajadores cada vez son más reducidos.

En ese tenor, el representante del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), Jorge Robles, agregó que los contratos «fantasmas» se han convertido en un grave problema, ya que coarta a trabajadoras y trabajadores el derecho de recurrir a la huelga, solicitar incremento salarial o luchar por mejores prestaciones.

Las empresas, explicó, adquieren la titularidad de los contratos por medio de un tercero, protegiéndose así de que en su interior se forme una organización gremial e impide a las y los trabajadores constituirse en un sindicato que tenga su representación legal.

OTRAS MANIFESTACIONES

En la zona de La Merced, en el centro del Distrito Federal, cerca de 100 trabajadoras sexuales, vecinos de los predios expropiados de Tenochtitlán 40 y comerciantes ambulantes de Tepito se manifestaron por su inconformidad con la Ley de cultura cívica. Las trabajadoras sexuales, cubiertas con pasamontañas, gorras, gafas y antifaces exigieron al gobierno de la Ciudad de México que reconozca esta actividad como un trabajo no asalariado.

Según, la prensa nacional la petición se debe a «que siempre se ha señalado que la prostitución es el oficio más antiguo del mundo, por ello exigen el respeto para que se tome en cuenta como una labor».

«Las trabajadoras sexuales han solicitado a las autoridades capitalinas que no pongan en marcha la llamada cero tolerancia contra este gremio debido a que miles de familias ya no tendrán ingresos para poder dar de comer a sus hijos», informa la prensa nacional.

OAXACA

En tanto en la ciudad de Oaxaca la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) marcharon este día de manera conjunta con los sindicatos del ISSTE, IMS y del ayuntamiento de Oaxaca y tuvieron como destino el zócalo de la capital.

La marcha se llevó a cabo de manera pacífica y fue significativa debido a que las organizaciones que conforman la APPO realizaron un mitin en el zócalo de la capital, después de siete meses de que fueron desalojados por la policía federal.

El mayor contingente lo conformaron mujeres y hombres, sin embargo destacó la presencia de las maestras.

Durante el mitin manifestaron su repruebo a las reformas a la Ley ISSTE e insistieron en la salida de Ulises Ruiz del gobierno.

DISCRIMINACIÓN LABORAL DE LA MUJER

En nuestro país, las mujeres siguen afrontando discriminación laboral al ser quienes engruesan las filas del empleo precario y sin protección, mientras que los esquemas de la reforma a la seguridad social no consideran el ciclo productivo de las mujeres, marcado por la reproducción biológica y el cuidado de la familia, aseguró en un comunicado de prensa el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Esta discriminación se ve reflejada en los bajos estratos laborales que ocupan. Según datos del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2006, sólo el tres por ciento de las mujeres en el ámbito laboral ocupan puestos directivos, tanto en empresas como en instituciones públicas, subraya el documento.

De estas mujeres, el 8.8 ciento percibe menor salario que los hombres y en algunos casos llega a ser hasta de 30 por ciento aún cuando ocupen el mismo puesto o tengan el mismo nivel educativo.

Y aunque, de acuerdo con el documento, son las mujeres las que conforman el 40.7 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, 16 millones en el mercado de trabajo, en su mayoría ocupan actividades de baja remuneración y en condiciones de menor protección.

De esta población dentro del PEA, el 64.3 por ciento reciben una remuneración por su labor, refiere el Inmujeres, mientras que el 10.4 por ciento no cuenta con ingresos, el 2.3 es empleadora y el 22 por ciento trabaja de forma independiente.

Por su parte, dice Inmujeres, la población femenina entre 35 y 44 años de edad son las que en su mayoría tienen actividades económicas y más de la mitad se encuentran dentro del mercado laboral. Asimismo, asegura que son las mujeres divorciadas las que más participan, ya que siete de cada diez están laborando.

Y las menores tasas de colaboración laboral se dan con los grupos de «edad extremos», es decir entre las mujeres más jóvenes ?con el 22 por ciento- , las mayores de 65 años con el 14.7; las mujeres sin escolaridad o con primaria incompleta con el 29.1; las viudas con un 29 por ciento; y entre las que tienen más de seis hijos con un 18.1.

Según el comunicado, el factor determinante referente a la participación de las mujeres en el mercado laboral es el nivel de educación, ya que tres de cada diez mujeres con primaria incompleta participan en actividades económicas y la población femenina que estudió algún grado después de la secundaria lo hacen en una proporción de seis de cada diez.

Por otro lado, las mujeres que se encuentran económicamente activas conforman en su mayoría áreas como el comercio y los servicios, ya que el 26.3 por ciento de las mujeres en áreas laborales están en el grupo de comerciantes, vendedoras y dependientes -incluyendo vendedoras ambulantes- y 21.1 en servicios personales de las cuales el 11 por ciento son trabajadoras del hogar.

Mientras que los grupos con menor presencia femenina son las actividades de protección y vigilancia con 0.4 por ciento de presencia femenina y las de operación de transporte con 0.1 por ciento. Además, casi 67 de cada 100 mujeres que trabajan fuera de su casa también realizan labores domésticas y otras dos de cada 100, además estudian.

En su comunicado, Inmujeres considera que si bien las cifras continúan siendo adversas a la situación y condición de las trabajadoras, «es imprescindible que la sociedad en su conjunto aborde esta problemática como un asunto que involucra a mujeres y hombres por igual, y deje de verse como asunto exclusivo de mujeres».

04/HVR/CV/GG

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