Apenas el 15 por ciento de los varones jóvenes practica siempre «sexo seguro», en tanto en el caso de las mujeres ese porcentaje asciende al 27 por ciento, de acuerdo con los resultados de una encuesta que revela, además, que muchos de ellos no tienen una adecuada información sobre este tema.
La encuesta, denominada Todos debemos saber, se llevó a cabo el verano pasado en las playas de Villa Gesell y Pinamar, en la provincia de Buenos Aires y abarcó a casi seis mil 500 adolescentes y jóvenes de 14 a 25 años, informa la agencia Rima.
José María Méndez Ribas, director del Programa de Adolescencia del Hospital de Clínicas y coordinador de la Fundación Universitaria para la Adolescencia y Juventud (FUNAJ), señaló que además de la encuesta se llevó a cabo una tarea de consejería y entrega de folletos sobre salud sexual y Reproductiva a casi 40 mil adolescentes y jóvenes.
La encuesta reveló que, en el caso de los varones, el 15 por ciento dijo que practica siempre el sexo seguro, el 60 por ciento dijo que lo hace así a veces y el 21 por ciento admitió que nunca adopta precauciones. En el caso de las jóvenes, los porcentajes fueron de 27, 57 y 14 por ciento, respectivamente.
Respecto de las enfermedades de transmisión sexual, la más conocida es el sida, en tanto que son menos conocida la sífilis y la gonorrea.
Además, apenas el 30 por ciento de los jóvenes de mayor edad saben que la hepatitis B es una enfermedad que se contagia a través del contacto sexual y que puede ser muy grave.
Respecto del uso de preservativos, muchos jóvenes no tenían una idea clara de cómo utilizarlos, y si bien sabían que sirven para evitar el contagio de enfermedades, también pensaban que podían evitarse con pastillas anticonceptivas.
Marcela Azkenazi, socióloga de la FUNAJ, afirmó que «las mujeres se Cuidan más y saben un poco más que los varones. Y a mayor edad hay másconocimiento. Pero eso no garantiza que lo utilicen bien».
Agregó que «la anticoncepción de emergencia, por ejemplo, es utilizada en muchos casos como método anticonceptivo de rutina, cuando en realidad, y tal como su nombre lo indica, es para momentos extraordinarios».
2005/SJ