En Centroamérica predomina una visión tradicional sobre el rol que los hombres tienen con respecto a la paternidad, según el estudio Masculinidad y factores socioculturales asociados al comportamiento de los hombres.
Desde un enfoque sociocultural, dicho estudio analiza las representaciones o ideas que los hombres tienen con respecto a su rol de padres a partir de su experiencia concreta de vida y según su etnia, posición social, educación, lugar de residencia y religión. La investigación abarcó los países de Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
El estudio identifica tres diferentes maneras de pensar de los hombres acerca de su masculinidad y paternidad, de acuerdo con un boletín de prensa de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
La primera, denominada paternidad tradicional, concibe la masculinidad y paternidad en los términos patriarcales más tradicionales. El padre está en la cima de una pirámide familiar con un estatus otorgado como natural e indiscutible.
Su rol fundamental es el de proveedor y responsable de la autoridad y la disciplina familiar, y la mujer juega un rol pasivo y dominado. Esta manera de pensar sigue siendo predominante en los cuatro países, indica el 50.67 por ciento de los entrevistados.
Sin embargo, a esta primera forma de pensar se contrapone otra más moderna que concibe la masculinidad de acuerdo con la igualdad entre los sexos y está asociada con una paternidad más integral.
Un importante hallazgo de la investigación muestra que la paternidad moderna refleja la manera de pensar de 39 por ciento de los entrevistados.
Por último, se identifica una tercera manera de pensar que se sitúa como una transición entre las dos anteriores.
La investigación muestra que, a menor nivel educativo, mayor postura tradicional; y, a la inversa, a mayor nivel educativo, mayor modernidad. En relación con la residencia urbana o rural, la asociación refleja que el tradicionalismo está relacionado con lo rural, y la modernidad con lo urbano.
De acuerdo con los datos, la mentalidad tradicional que predomina en Centroamérica entre la mitad de los hombres (50.67 por ciento) es mayor en Honduras (62.42 por ciento) y El Salvador (59.86 por ciento). Nicaragua está ligeramente por debajo del promedio centroamericano (48.83 por ciento) y Costa Rica se encuentra en una posición moderna (45.20 por ciento), pues son minoría los hombres que comparten la mentalidad tradicional (39.10 por ciento).
Las diferencias campo-ciudad son significativas -como lo son también el empleo y el tipo de empleo- en la construcción de las mentalidades sobre masculinidad y paternidad. También influye la edad, pues el estudio indica que la mentalidad tradicional predomina en hombres con más de 50 años, mientras que la moderna aparece en hombres de 20 a 49 años.
El estudio, coordinado por Manuel Ortega Hegg, director del Centro de Análisis Sociocultural de la Universidad Centroamericana de Managua, recomienda incidir en maneras de pensar que estructuran lógicas de comportamiento social coadyuvantes a la creación de condiciones que profundizan la pobreza.
También propone como tomar en cuenta el factor cultural expresado en maneras de pensar que orientan comportamientos sociales y que deben transformarse en paternidades integrales y socialmente responsables.
Los datos del estudio financiado por la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México, y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), revelan que los países de Centroamérica deben plantearse elevar la educación formal durante los próximos años.
El boletín de prensa de la CEPAL informa que los hallazgos muestran que la mentalidad tradicional sólo cambia con la secundaria completa; esto significa es que en términos culturales resulta a todas luces insuficiente que importantes sectores de la población cuenten únicamente con educación primaria.
05/GT/YT
