¿Por qué ejercer un periodismo desde la perspectiva de género? ¿Qué se ha hecho para que esta práctica tome carta de naturalización entre los y las periodistas mexicanos? ¿Qué rasgos distinguen un discurso sexista? ¿Están en entredicho conceptos tan reverenciados en el medio como objetividad, imparcialidad o neutralidad? ¿Sólo las mujeres pueden practicarlo?
Editado por Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC), con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Hacia la construcción de un periodismo no sexista es un libro que plantea y responde, entre otras, a estas interrogantes, en un esfuerzo por explicar cómo se introdujo la perspectiva de género en la información, hasta hacer entender que ésta no es sino «una herramienta que sirve para analizar y comprender las características que definen a las mujeres y a los hombres de manera específica, con sus similitudes y diferencias.»
Como apunta Lidia Cacho en el prólogo del volumen, «el periodismo con perspectiva de género no es periodismo de mujeres. Su función es renovar el lenguaje para hacerlo socialmente incluyente, para que, en lo real y en lo simbólico, toda la población se vea y se reconozca».
Pensado como un manual estratégico en la capacitación de, sobre todo, las nuevas generaciones de periodistas, el libro se sustenta en una amplia investigación bibliográfica, que incluye títulos como: El abc de un periodismo no sexista. Espacio para la igualdad; Es inadmisible que los medios ignoren el género; La perspectiva de género: una herramienta para construir equidad entre mujeres y hombres, además de referencias a periodistas como Ryszard Kapuscinski y ejercicios prácticos que muestran el uso de un lenguaje sexista que deriva en la denostación y discriminación de las mujeres y otros grupos vulnerables de la sociedad.
Sobre lo anterior, nada más ilustrativo que el abordaje de notas policíacas donde se informa sobre la violación sexual de una mujer y en la que no es extraño que las autoridades que intervienen en el caso cambien los papeles para dar al victimario la calidad de víctima.
Desechar viejas prácticas como ésta y revaluar el discurso con que se representa la realidad (en este caso el hecho noticioso) es propósito fundamental de un volumen que retoma la mística de CIMAC, agencia que, fundada hace 21 años, se ha constituido en una alternativa para documentar y dar seguimiento a noticias relacionadas con violación a derechos humanos, liberación de presos de conciencia y reclacificación de delitos, entre otros temas que otros medios desestiman.
Hacia la construcción de un periodismo sexista se presentará el 20 de agosto, en el marco del foro Medios de comunicación y perspectivas de género en México, a celebrarse a las 9:00 horas, en el aula Ernesto Meneses de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México.
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