El denominado «supermartes», representa una suerte de división, todavía no radical, pero sí importante, con respecto a las opciones electorales que están en el firmamento por la presidencia de aquel país, señaló el director del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Luis Valdés Ugalde.
Durante una mesa de análisis, realizada en la máxima casa de estudios, el investigador afirmó que el proceso electoral en Estados Unidos expresa la demanda de cambio por parte de la sociedad estadounidense, que busca terminar con la época de extremismo que encabezó el presidente George W. Bush, tanto en la política interna como en la externa y ante la que el electorado ya esta cansado, afirmó.
En su opinión, la jornada del denominado «supermartes», destaca un comunicado de prensa de la UNAM, fue una contienda cerrada, en donde se vio, por primera vez en muchos años en la historia estadounidense, un voto claramente diferenciado con respecto a las opciones que ofrece cada uno de los dos partidos.
«Dio como resultado hasta el momento un ganador poco claro en el lado demócrata, aunque con perfil de triunfo para la senadora Hillary Clinton», puntualizó José Luis Valdés.
El especialista destacó que los estados determinantes en el «supermartes» fueron los de la costa este del noreste del país, tales como Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y, en el oeste, California, entidades ganadas por Hillary Clinton.
En este contexto, sostuvo, se ve difícil que la situación pueda ser revertida por el senador Obama, quien al parecer ya llegó a su tope de triunfos, ya que aún están en juego los estados de Kansas, Louisiana, Washington, Ohio y Texas, donde la tendencia está a favor de la senadora.
Por lo que el Partido Demócrata, representado por Clinton, tendría más posibilidades de ganarle a McCain, que Barack Obama, pues Hillary Clinton, cuenta con mayor presencia, claridad y aceptación entre el público, afirmó.
El especialista destacó que en estas elecciones hubo una participación importante de minorías y jóvenes. En términos generales, «los afroestadounidenses están claramente identificados con la posición del senador Obama, y la latina y la asiática se inclinan más por la ex primera dama».
En este sentido precisó que las mujeres no votarán necesariamente por Hillary por el sólo hecho de ser mujer, pero sí pueden marcar una diferencia relevante en las votaciones restantes.
Cabe detallar que en el caso del Partido Republicano, la balanza está a favor del senador por Arizona, John McCain.
REFORMA MIGRATORIA
En este panorama, Valdés Ugalde detalló que el candidato del Partido Republicano y la candidata del Partido Demócrata , pueden representar una ventaja hacia la reforma migratoria y la regularización de las y los migrantes indocumentados, particularmente mexicanos.
Por su parte el senador John McCain propone la Ley McCain-Kennedy, iniciativa que favorece la situación y estadía indocumentada de los connacionales, lo que representa una ventaja para quienes se encuentran en una situación incierta.
Mientras que, Hillary Clinton tiene menos señales, «pese a que se ha pronunciado sobre este tema en forma propositiva». Es de las representantes de los sectores del Partido Demócrata que está a favor de una reforma integral en Estados Unidos.
Por lo que consideró que si Hillary Clinton y John McCain fueran los candidatos presidenciales, se viviría una cerrada contienda donde la economía tendría un lugar prioritario: «Es probable que las credenciales de la senadora sean más sólidas que las de su contrincante, cuyo partido ha demostrado haber perdido el control financiero, razón por la que muchos de los estadounidenses quieren a los republicanos fuera de la Casa Blanca».
Sin duda la política exterior, en las elecciones del país vecino, va a tener su peso, puede ser significativa la posición de la y el candidato con respecto a Irak. En ese sentido, probablemente McCain la tenga más difícil porque es conservador y un veterano de guerra que considera que la salida debe ser lenta; en cambio, Clinton sostiene que la retirada de las tropas estadounidenses debe ser cautelosa pero más ágil, consideró el investigador.
El llamado «super martes» representa para los candidatos presidenciales estadounidenses una prueba de fuego que puede ser definitoria en sus aspiraciones hacia la Casa Blanca. Ese día se llevaron a cabo en el país de manera simultánea la mayor votación del año, previo a las elecciones presidenciales.
En esta ocasión, en 23 estados muy amplios en su geografía, incluidos Nueva York y California, se votó el martes 5 de febrero.
Esa fecha es considerada crucial por que es cuando más estados completan las elecciones internas y se definen los delegados de ambos partidos, demócratas y republicanos, que irán a las llamadas convenciones de donde saldrá, finalmente, el candidato presidencial de cada partido.
08/GT/CV
