Las mujeres del Servicio Postal Mexicano (Sepomex) sufrirán los arreglos en lo oscuro de su actual dirigente sindical, Manuel Acevedo, ya que las dejará sin los 24 días de prestación que tenían al año para cuidar a sus hijas e hijos, en caso de que estos se enfermen, además de quitar otras prestaciones a las que tenían derecho.
«Nos están haciendo trabajar más de ocho horas y nos están quitando los cuidados maternos, que es cuando nuestro hijo menor de 12 años se enferma y podemos quedarnos con ellos a atenderlos, dice Camila agitada.
Ella viene directamente de Oaxaca. Dice que no ha probado alimento el día de hoy, pero no le importa eso, ni el granizo que cae sobre su cuerpo, forma parte del contingente de las y los 350 manifestantes del sindicato independiente del Sepomex que el viernes de la semana pasada marcharon en protesta por «la disminución en sus prestaciones».
Camila tiene prisa, quiere llegar lo más rápido posible a su destino, y aunque tiene miedo a las represalias insiste al periodista en que su nombre aparezca publicado: Va a haber represalias, de hecho a un familiar ya lo despidieron dos veces injustificadamente, pero no me importa.
Denuncia que en Oaxaca, el secretario estatal del sindicato tiene más de 13 años en ese puesto y que vende las plazas a familiares y conocidos hasta en 30 mil pesos. Se queja también de las condiciones de trabajo que viven las trabajadoras.
No tenemos ni siquiera plumas, el papel nos lo tienen que estar dando otras dependencias, para poder trabajar y si nos inconformamos toman represalias, asegura Camila.
LA PROTESTA
Esa tarde, viernes de la semana pasada, el sindicato independiente del Servicio Postal Mexicano marcharon en la Ciudad de México, desde el edificio Postal (ubicado en el Centro Histórico) hasta la Cámara de Diputados, en protesta por un bono de productividad que les será aplicado con el cual, dicen, perderán todos los beneficios que con la lucha han alcanzado.
A las 16:30 horas partió esta marcha, que por unos instantes dividió la atención de transeúntes y policías, debido a que los «desnudistas» integrantes de la organización veracruzana de los 400 pueblos bailaban tan sólo a una cuadra delante de ellos. No obstante, las y los 350 trabajadores postales se hicieron notar y marcharon a pesar de la lluvia con granizo que arrancó al mismo tiempo que la manifestación.
José Medardo Ramírez, secretario general del sindicato independiente, indicó que con la aplicación de este bono se despedirán de otros cinco beneficios: bonificación por puntualidad, guardias pagadas, tiempos extra, incentivo por capacitación y suplencias pagadas, además de que trabajarán ocho horas, seis días a la semana, cuando antes el horario era de seis horas y media con cinco días.
Otra de las prestaciones que perderán afectará directamente a las mujeres, que dejarán de gozar los 24 días de prestación que tenían al año para cuidar a sus hijas e hijos en caso de que enfermen. Además, ninguno de las y los trabajadores tendrá derecho a la media hora de tolerancia que tenían antes de la aplicación de este bono.
La marcha se caracterizó por el sonido de los silbatos propios de los carteros, y el grito contra el dirigente sindical oficial: Acevedo, seguro-estabas-pedo.
Las y los manifestantes recorrieron la calle de Tacuba, doblaron en Balderas hasta llegar a avenida Chapultepec y luego a la avenida Congreso de la Unión hasta llegar a San Lázaro, donde una comisión del PRD les recibió.
José Medardo aseguró que si los diputados no pueden ayudarlos a parar esta injusticia, este lunes acudirían a la Secretaría de Gobernación para pedir la destitución tanto del dirigente sindical Manuel Acevedo, como a la titular del Servicio Postal Mexicano, Purificación Carpinteiro.
07/JP/CV
