Ex integrantes del movimiento estudiantil de 1999 de diversas Facultades lanzan el libro Soy huelguista y soy de la UNAM, que incluye el problema de la educación pública, la forma de organización del movimiento y testimonios de mujeres que sufrieron discriminación por parte de algunos compañeros del Consejo General de Huelga (CGH), informa NotieSe.
En uno de los capítulos se incluye la opinión de las mujeres que vivieron la huelga, la reflexión que ellas tienen después de 10 años, algunas alejadas de la cuestión política y otras aún inmersas. Hay declaraciones de algunas de ellas que se enfrentaron a la discriminación por parte de compañeros, quienes las querían mandar a la cocina o a la limpieza.
El movimiento despertó en las integrantes mayor interés por la cuestión política, pues muchas no tenían ningún acercamiento con algún movimiento social y les hizo voltear la mirada a lo que sucede en el país y en el mundo.
Además muchas mujeres se vieron afectadas en la relación con los papás, la dificultad para lograr la oportunidad de ir a la huelga y de participar sin ver fracturada la relación familiar, ya que consideraban que era «cuestión de hombres».
En 11 capítulos se narran las vivencias de las y los activistas en la huelga estudiantil de la Universidad Nacional Autónoma de México. En los textos participaron el profesor Adrián Sotelo, Yaim Waldo Moreno, María Elena Vázquez, Tesiu R. Xelhuantzi, Argel Pineda, Miguel Ángel Ramírez, Isabel Romero, José de la Rosa, Humberto Laguna, Aurora Gutiérrez, Carlos Montalvo y Pavel Brito.
El tema de la participación de las mujeres y de la identidad juvenil enmarcados en los textos, según los autores, son parte de su lucha por la recuperación de la memoria del movimiento estudiantil de hace 10 años.
Elena Vázquez, egresada de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, refirió que el 80 por ciento del comité de huelga eran mujeres.
«Los movimientos sociales anteriores –como el del 68, el zapatista– fueron referentes que nos dieron material histórico para saber cómo organizarnos en la lucha por la educación pública y gratuita en 1999, en el que la toma de decisiones inicia con a participación de los estudiantes que abarca desde el mantenimiento de las instalaciones, hasta la participación en las asambleas y el contacto directo con las autoridades en los debates y diálogos públicos que se dieron», comentó Argel Pineda.
Mientras tanto, Adrián Sotelo, profesor y secretario general de la Sección 9, consideró que «es emocionante leer el artículo de la participación de las mujeres, pues se ve la valentía con la que luchan por la educación pública y a la vez por un igual trato dentro de su equipo».
«En el caso de los movimientos estudiantiles, ha sido imprescindible el papel de las mujeres. Ya no es el asunto de que detrás de un hombre hay una mujer, yo creo que debemos estar siempre uno al lado del otro, sólo así avanzaremos sobre la igualdad», expresó.
09/GB/GG
