Publican manual para legislar contra violencia de género

Para responder de manera efectiva y coordinada a la violencia contra las mujeres es necesario que los Estados cuenten con una legislación completa en la materia, que contemple desde la prevención hasta la atención y reparación del daño a las sobrevivientes de violencia como a otras posibles víctimas.
 
Para ayudar a los Estados miembros de Naciones Unidas a cumplir con su obligación de promulgar, aplicar y supervisar una legislación que regule todas las formas de violencia contra la población femenina, ONU-Mujeres publicó el “Manual de Legislación sobre Violencia contra la Mujer”.
 
En el documento que forma parte de la Campaña internacional ÚNETE para poner fin a la Violencia contra las Mujeres, se dan recomendaciones a las autoridades correspondientes para que creen, actualicen o adecuen sus legislaciones para proteger de manera efectiva el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.
 
Dentro del manual la dependencia internacional sostiene que pese a que en los últimos dos decenios muchas naciones han adoptado o revisado su legislación en la materia “siguen existiendo lagunas considerables”.
 
Pues muchos países aún no cuentan con disposiciones legislativas que aborden específicamente el flagelo que afecta a millones de mujeres alrededor del mundo, e incluso cuando existe “a menudo está limitada en su ámbito de aplicación y cobertura, o no se cumple”.
 
Es por ello que a través del documento se recomienda que todas las legislaciones reconozcan que la violencia contra las mujeres es una forma de discriminación, una manifestación de poder históricamente desigual entre géneros y una violación a los Derechos Humanos (DH) de las mujeres.
 
Enfatiza la importancia de que se adopte un enfoque legislativo amplio, que no sólo comprenda la tipificación de todos los tipos de violencia de género como un delito, sino que también se incluya en las leyes, la prevención de la violencia y el empoderamiento, el apoyo y la protección de las y los sobrevivientes.
 
Así como que en las leyes y normas se incluyan disposiciones para la aplicación, evaluación y supervisión efectivas, para así identificar su funcionalidad y en determinado momento plantear modificaciones.
 
Además de que para su funcionamiento se debe contemplar la obligación de crear un presupuesto específico para ponerlas en práctica, así como la capacitación para que las y los funcionarios conozcan el contenido legislativo.
 
Se definen los pasos necesarios para crear una legislación que sea incluyente de todos los sectores de la población femenina, es decir, que reconozca que las mujeres de un determinado país pueden ser diferentes entre sí y se enfatiza que dentro de estas leyes se considere a las mujeres migrantes.
 
ONU-Mujeres también recomienda a los Estados definir la discriminación contra las mujeres como “toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer de los DH y las libertades fundamentarles en las esferas política, económica, social, cultural y civil”.
 
Además debe establecer que no se puede invocar ninguna costumbre, tradición ni consideración religiosa para justificar la violencia contra las mujeres.
 
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