Lejos de transmitir mensajes que reflejen el avance de las mujeres en el reconocimiento de sus derechos humanos y en el camino por la igualdad, los contenidos publicitarios vive un retroceso al volver a los clichés de hace dos siglos, aseguró el presidente de la Comisión de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, de la asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Steingrímur J. Sigfússon.
El primer presidente hombre de esta instancia, que aglutina a 47 países europeos, advirtió que el retroceso que vive la publicidad puede debilitar el camino avanzado por las mujeres en años de lucha, por lo que debe darse un seguimiento de los contenidos publicitarios e incrementar su regulación.
Mujeres y hombres que viven en los países desarrollados cada día están expuestos a dos mil 500 mensajes publicitarios a través de la televisión, la radio, medios impresos, celulares, Internet, etcétera, explicó Sigfússon en la última mesa de análisis del II Congreso Internacional Estudios de Género y políticas de Igualdad; la imagen pública de la mujer, organizado por el Instituto Andaluz de la Mujer.
Como parte del atraso que vive la publicidad, Sigfússon señaló la trivialización de la violencia contra las mujeres y la reafirmación de estereotipos femeninos al mostrar a las mujeres como objetos, madres o esposas. La sexualidad femenina sigue siendo un señuelo para la venta de coches, refrigeradores…, mostrándolo como objeto, dijo.
Ante el constante alegato de las empresas publicitarias de la libertad de expresión, el Presidente de la Comisión europea de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres advirtió que este organismo reconoce y defiende la libertad de expresión como elemento fundamental de la democracia. Sin embargo, puntualizó, la libertad de expresión no puede ser justificación cuando se denigra la dignidad humana, cuando se atenta contra los derechos humanos de las personas.
Uno de estos derechos es la No discriminación, reconocido mundialmente en la Convención contra toda forma de discriminación hacia la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), señaló.
Para evitar que siga el retroceso en los contenidos publicitarios, Sigfússon recomendó la regulación de ellos, fomentar la autorregulación de las empresas publicitarias y contribuir a la formación de las y los profesionales publicitarios en la no discriminación e igualdad.
IMPACTO EN LA VIDA
Por su parte, la activista y feminista dominicana Magaly Pineda, durante su exposición, ejemplificó cómo la publicidad impacta en la vida de las personas y principalmente de las mujeres.
Así, dijo, mientras que el cuerpo promedio de una norteamericana es de 63 kilogramos y un metro 62 centímetros de altura, el cuerpo promedio de una modelo norteamericana es de 53 kilogramos y un metro 80 centímetros. Cada año la población norteamericana gasta en productos dietéticos 40 billones de dólares.
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