Con todo lujo de violencia, policías estatales, municipales y judiciales atacaron a cuando menos 400 profesoras y profesores adheridos al Consejo Democrático Magisterial Poblano, ayer por la tarde, hiriendo a decenas y deteniendo a 36 personas, entre profesores, transeúntes y activistas de Derechos Humanos. Maestras denuncian «manoseos» de policías y la activista Tamara San Miguel está detenida.
Gases lacrimógenos fueron lanzados al grupo de docentes, activistas y transeúntes en el atrio de la iglesia de Santa Inés, que se reponía del primer ataque policial, ocurrido a dos calles de distancia, donde por lo menos 20 profesores fueron brutalmente golpeados.
Allí comenzaron las detenciones 36 detenciones violentas. Todas las personas detenidas fueron golpeadas y arrastradas hasta las unidades policíacas y trasladadas a la Procuraduría General de Justicia del estado.
Todo ello ocurrió luego de que las y los maestros participaran en la marcha multitudinaria donde se conformó el nuevo Frente de Organizaciones Sindicales y Sociales del Estado de Puebla y en la cual se hizo la toma simbólica de las oficinas improvisadas del secretario general de la sección 23 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Eric Lara Martínez.
La toma de las oficinas, ubicadas frente del Congreso local, se realizó previo acuerdo con el subsecretario de Gobernación, Francisco Gil Díaz, quien en la esquina de la 5 poniente decía a los dirigentes que tenían 10 minutos para hacer la ocupación momentánea.
Pero los 10 minutos fueron suficientes para que granaderos, policía estatal y municipal arribara y en un bloque formado por 100 uniformados. Con escudos al frente y con estacas golpearon brutalmente a las y los profesores que se encontraban en la calle, mientras lanzaban gas lacrimógeno a la multitud que opuso resistencia con piedras, palos, botellas y otros objetos para tratar de mantenerse en el lugar del mitin; sin embargo, no fue posible y tuvieron que alejarse del lugar.
ABUSOS A MAESTRAS
Hubo descalabros. Con las lancetas pegaban a la cabeza de las maestras y maestros que caían al piso y allí eran arrastrados a las orillas donde se proferían golpizas y manoseos para las maestras que quedaban en el piso tras el paso del contingente.
«¡Me pegaron los granaderos, eran 10, por qué me pegaron tantos?!» decía Rosamaría con la cabeza, la mano derecha y la blusa rota. Ella espalda a la pared quiso replegarse de la embestida y no lo logró.
A Rubén Caamaña Lara le tomaron del cuello y estrellaron su rostro en un cristal de una cuando intentaba escapar por un flanco. «¡A dónde crees que vas»!, le dijo un uniformado cuando pretendía salir del cerco y le dejó tirado.
Al edificio sindical también lanzaron gases que hicieron que las 3 maestras ocupantes salieran visiblemente afectadas.
Entre llantos no sólo provocados por el gas tóxico lanzado, la voz de «¡Levantaron al maestro Maldonado!» era un eco histérico. Gilberto Maldonado Maldonado, líder legítimo de la sección 23 fue derribado, golpeado y llevado al estacionamiento donde se presumía, lo subían a un vehículo.
Poco más tarde, Maldonado, escoltado fuera del cerco, declaraba la capacidad represiva del gobierno de Mario Marín, aún con los labios blancos. «Queda en evidencia el estado de derecho podrido de Marín, golpear a los maestros que sólo defienden la escuela pública.
El subsecretario de Gobernación, Jorge Díaz Gil es un títere de Marín pues él había autorizado la toma simbólica acotándola a 10 minutos, pero lo que hizo fue ubicarnos y entregarnos a la policía mientras hablaba de la apertura al diálogo» decía Maldonado mientras trataba de tomar aire.
Pasados unos minutos, los profesores se recuperaban de la agresión e intentaba tomar las oficinas alternas de la sección 51 en la calle 9 sur y 3 poniente. En el atrio de la iglesia de Santa Inés se agrupaban cuando fueron sorprendidos nuevamente por un grupo aún más numeroso de agentes. Se dispararon gases lacrimógenos y balas plásticas y cuando los maestros se dispersaban fueron apresados.
Por lo menos 36 detenciones fueron contadas con violencia extrema. Destacó la detención de Tamara San Miguel, activista del Nodo de Derechos Humanos quien fue arrastrada hasta una patrulla.
«Estábamos observando los hechos y fuimos golpeados sobre todo en la garganta, nos patearon y nos arrastraron, ya no pude sostener más a Tamara porque me pegaban en los codos. No pude impedirlo, se la llevaron, no sé a dónde», dijo Eduardo Almeida defensor de Derechos Humanos y pareja de Tamara.
Al cierre de esta edición el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla había negociado la liberación de Tamara San Miguel, Itzel Sánchez, integrantes de la Organizaciones no Gubernamentales de Derechos Humanos.
Siguen detenidos los profesores Mariano Rolón, Evaristo Mateo y Manuel Espíndola y 30 profesores más.
09/KC/GG