En la entrega pasada iniciamos una exploración por la piel, el órgano más extenso del cuerpo formado, decíamos, por millones de células autorregeneradoras. Te propusimos hacer cada mañana, antes del baño diario, un cepillado en seco. ¿Observaste tu piel? ¿Qué descubriste en este recorrido? ¿Cómo es su textura, color, temperatura, grosor? ¿Aparecen las mismas características en el lado derecho (masculino) que en el izquierdo (femenino)? ¿Registraste en tu Diario del Cuerpo lo que encontraste?
Sobre este órgano tan esencial para la vida se han realizado estudios diversos.
Consideran los expertos que además de protegernos de las inclemencias del tiempo, la piel es nuestra frontera con el mundo exterior, nuestra cara a la vida. Un tejido blando que para Debbie Shapiro (Cuerpo mente. La conexión curativa, 1991) está relacionado con la energía mental: la forma como creemos que nos ven los demás y como expresamos inseguridades, incertidumbres y preocupaciones más profundas.
Nos sonrojamos de vergüenza o enrojecemos de ira, señala Shapiro, «ya que la piel refleja nuestros sentimientos internos de un modo constante». Hay también distintos tipos de piel según nuestro estado emocional: una dura puede hablarnos de que muy pocas cosas nos afectan, una fina sugerir que somos vulnerables, opina.
Para Shapiro las inflamaciones (dermatitis) pueden ser una forma de levantar una barrera entre nosotros y los demás, «evitando así todo contacto»; la comezón, irritación que se manifiesta en una zona o en todo el cuerpo, producto de una alergia (rechazo) a algo o alguien que tratamos de arrancar rascándonos; la picazón de una urticaria (granitos o verdugones rojos) la consecuencia de sentirnos indefensos e incapaces de actuar en respuesta a una situación frustrante.
Al cepillar tu piel, día a día, encontraste resequedad, erupciones, lunares, verrugas, manchas, inflamaciones, irritación ¿Se removió algo en tu memoria corporal? ¿Te has enfermado alguna vez en esta parte del cuerpo? ¿Cómo fue? ¿Encuentras relación con tu estado emocional?
Algo de tu vida interior se manifiesta a través de la piel. Descubre quién eres desde esta parte de tu cuerpo.
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