Indígenas chiapanecas rechazan los proyectos asistencialistas del gobierno mexicano para evitar la dependencia y buscan la forma de tomar sus propias decisiones, afirmó la coordinadora de las Regiones Autónomas Pluriétnicas (RAPS) en Chiapas Patricia Sánchez López.
Ellas están «sembrando la semillita generando situaciones en los hogares que permitan ser autónomas en sus desiciones», comentó Sánchez López, entrevistada durante el Cuarto Encuentro del Maíz Maya Zoque celebrado en la ciudad de San Cristóbal de las casas.
La joven indígena manifestó que durante los casi dos años al frente de esa agrupación, se ha trabajado con 15 grupos de mujeres de diferentes zonas del estado.
Reveló que el mayor obstáculo para la construcción de la autonomía es lograr el desarrollo sustentable, es decir la autonomía económica debido a que los programas asistencialistas ofrecidos por el gobierno no son una alternativa, por el contrario, significan seguir dependiendo del Estado.
Lejos de apoyar, esos programas dan una mayor carga a la mujer ya que para recibir la ayuda del programa Alianza por el Campo les piden una cuota del 33 por ciento del total del financiamiento, cantidad que en muchas ocasiones no tienen, agregó.
Para Sánchez López este tipo de ayuda no sirve para alcanzar la tan ansiada «autonomía de los pueblos indígenas» que han impuesto como lema a las RAPs, por lo que han decidido no aceptarlos y «mejor ir generando recursos propios en la comunidad».
Las mujeres han empezado a «sembrar la semillita en el hogar propiciando circunstancias de autonomía que va desde por ejemplo no aceptar los programas de gobierno hasta decidir qué color de enagua (falda), se quieren comprar y no pedirle paga al hombre», dijo.
Además las mujeres se están formando políticamente con cursos de derechos humanos porque están conscientes que la lucha es larga y que en ese proceso sus compañeros tienen que participar y sobre todo que la autonomía significa unidad, dignidad y decidir sin que haya ataduras, indicó.
La joven lidereza comentó en torno a la cuarta fiesta del maíz, que las mujeres desean seguir preservando ese milenario grano pues con él sustentan a toda su familia.
«Nuestros compañeros lo siembran pero nosotras lo convertimos en alimento», dijo, por ello el deseo de que no desaparezcan las diferentes variedades que aún se conservan en Chiapas y sobre todo, «que no desaparezcan los ritos que nuestros antepasados le hacían a nuestra madre tierra y los cultos que rendían al maíz».
2003/VVS/MEL
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