El investigador australiano, Ian Frazer, suministró hoy a seis mujeres australianas las primeras dosis de una vacuna contra el cáncer de útero, Gardasil, que comercializa en ese país la farmacéutica «CSL».
De acuerdo con cables de la prensa internacional, el investigador que participó en el desarrollo de la vacuna que bloquea la infección provocada por un virus de transmisión sexual, dijo que «tiene ganas de ver un mundo en el que el cáncer cervical deje de matar a las jóvenes».
Deseo un mundo, donde, «como la viruela, sólo puede encontrarse en los libros de historia», dijo Frazer en una conferencia de prensa.
El nuevo medicamento combate los cuatro tipos de virus de papiloma humano (HPV, siglas en inglés), dos de los cuales están vinculados con el cáncer de cuello de útero, y cuyos fabricantes calculan que evitará un 70 por ciento de los casos de cáncer cervical.
Las autoridades sanitarias australianas autorizaron inicialmente el uso de la vacuna entre mujeres de entre los 9 y 26 años de edad y en chicos de entre 9 y 15 años, estos últimos para evitar que transmitan la enfermedad.
La vacuna requiere la inoculación de tres dosis en un período de seis meses y cuesta unos 340 dólares estadounidenses (270 euros).
En México, las autoridades de salud anunciaron este año que para el 2007, se distribuirá una vacuna de prevención para el cáncer cervicouterino.
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