La demanda de miles de trabajadoras y trabajadores inmigrantes indocumentados para que el Congreso de Estados Unidos apruebe una reforma integral migratoria, se escuchará nuevamente en las calles de diversas ciudades.
Mañana se reiniciarán aquí las marchas, la primera será rumbo a las oficinas distritales del presidente de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, en Batavia, al noroeste de Chicago; el cuatro de septiembre en Phoenix, Arizona; el 7 en Washington y el nueve en Los Ángeles.
Además, están haciendo llamados para que se imponga una moratoria a las deportaciones en tanto el Congreso decide si avanza o no en la reforma integral que contenga un componente de legalización para las y los millones de indocumentados que como Elvira Arellano, quien se encuentra refugiada en una iglesia para evitar la deportación, tienen hijos que son ciudadanos estadounidenses.
Elvira Arellano pone de manifiesto las grietas del sistema migratorio actual y la urgencia de la reforma. Las manifestaciones de apoyo a la indocumentada y las marchas que se llevarán a cabo a partir de este fin de semana previo al retorno del Congreso, son una demanda a la falta de acción de la legislatura federal.
Muchos consideran que Elvira le ha dado un rostro a los millones de indocumentados que viven y trabajan en este país, incluso comparan su reto a la orden de deportación que sobre ella pende con las acciones de la mujer que es símbolo del movimiento de derechos civiles en Estados Unidos, Rosa Parks.
Así, mientras los congresistas gozan de un periodo vacacional, la voz de los trabajadores indocumentados se volverá a escuchar y se estima que con la reforma integral serían beneficiados al menos 12 millones de personas.
06/LP/LR/CV