La presidenta de la organización civil Justicia para Nuestras Hijas, Norma Ledezma, insistió en que el crimen organizado está detrás de las desapariciones de mujeres en Ciudad Juárez, y criticó la actitud «omisa y negligente» de las autoridades para esclarecer los casos.
La activista reiteró su demanda de que se indaguen las similitudes en las desapariciones de mujeres, toda vez que podría haber trata de personas. Manifestó su desconfianza por la tardía identificación de los restos óseos de Jazmín Taylen Celis Murillo, de 17 años, y de Idaly Juache Laguna, de 19.
Recordó que apenas el pasado 16 de abril, la Fiscalía General del estado de Chihuahua informó a las familias sobre la identificación de Jazmín e Idaly, a pesar de que sus restos fueron encontrados entre enero y febrero de este año en la Sierra de San Ignacio, en el Valle de Juárez.
Entre diciembre de 2011, enero y febrero de 2012, en el Valle de Juárez, municipio de Praxedis G. Guerrero, la Fiscalía encontró 12 osamentas, de las cuales seis jóvenes han sido identificadas.
«La entrega de estos cuerpos y cotejo positivo no nos dejan otra cosa que pensar que es la delincuencia organizada, que es trata de personas por la manera en que desaparecieron», recalcó la dirigente de la organización que coadyuva en muchas de las investigaciones de desapariciones y asesinatos de mujeres en el estado de Chihuahua.
«La autoridad no es incompetente, es omisa y negligente. No creo que le tengamos que pedir que hagan por lo que les pagan, no creo que las autoridades sean incompetentes, porque no pueden decir que no tuvieron equipo, capacitación, porque no tenían las condiciones, antes sí lo podían decir, hoy no. Lo que no ha habido del Estado mexicano es voluntad, de tal manera que no le da la relevancia a estos casos y no investiga de verdad», acusó Ledezma.
La defensora de Derechos Humanos dijo que los casos de las jóvenes que estaban en calidad de desaparecidas y cuyos restos fueron identificados, los tuvo la Procuraduría General de la República (PGR): «Los trabajó, entrevistó a las familias, pero no obtuvo resultados».
COINCIDENCIAS
En enero pasado la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género informó que los restos óseos de tres jóvenes mujeres fueron encontrados en la Sierra de San Ignacio.
Hasta ahora seis de los 12 cuerpos encontrados han sido identificados. En otros casos tuvieron que pasar hasta dos años de que se localizaron restos de jóvenes desaparecidas para que sus familias fueran informadas.
En esta ocasión las jóvenes cuyos cuerpos se identificaron desaparecieron entre 2009 y 2010. Las desapariciones tienen características similares entre sí.
Por ejemplo, los restos de las 12 mujeres fueron encontrados en el mismo lugar y al menos dos de las seis víctimas identificadas fueron vistas por última vez en la zona centro de Ciudad Juárez.
Varias de las víctimas residían en la zona poniente de la urbe fronteriza, y para llegar a sus destinos debieron tomar en el centro de la ciudad una de las rutas de transporte público rumbo a sus trabajos o escuelas, según han señalado en reiteradas ocasiones las organizaciones de mujeres.
Las jóvenes desaparecieron entre 2009 a 2010, cuando se registraron los mayores índices de violencia en Juárez provocada por el narcotráfico. El Ejército mantiene tomada la ciudad fronteriza y realiza revisiones constantes y minuciosas a los conductores.
Los cuerpos identificados y entregados son los de Lizbeth Avilés García, de 17 años, desaparecida el 22 de abril de 2009; Yésica Leticia Peña García, de 15 años, y reportada como desaparecida el 1 de junio de 2010; Andrea Guerrero Venzor, de 15 años, reportada el 19 de agosto de 2010, y Deysi Ramírez Muñoz, de 16 años, desaparecida el 26 de julio de 2010.
Además fueron identificadas Jazmín Taylen Celis Murillo, de 17 años y quien desapareció el 9 de marzo de 2010, así como Idaly Juache Laguna, de 19 años y desaparecida el 25 de febrero de 2010.
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