El rey de Arabia Saudita revocó la condena de 60 latigazos impuesta a la periodista Rozanna al-Yami por participar en la preparación de un programa televisivo en el que un hombre saudí describió su vida sexual extramatrimonial.
Al-Yami y otra mujer que trabajaba en la red satelital libanesa LBC –la cual transmitió el programa– fueron arrestadas, y las oficinas de LBC en Arabia Saudí fueron cerradas. Según información de Univisión, el rey Abdalá revirtió la sentencia debido a la gran repercusión que tuvo en los medios de comunicación mundiales, reportó BBC News.
El programa, llamado «Bold Red Line» causó un gran escándalo en Arabia Saudita, país extremadamente conservador donde el sexo fuera del matrimonio es un tabú.
La Federación Internacional de Periodistas (IFJ, por sus siglas en inglés) calificó la sentencia contra al-Yami como «brutal, inhumana e injusta» y señaló que la condena contra la periodista por participar en la preparación del programa y anunciarlo en Internet es una forma de «intimidación y restricción de la libre expresión».
Según la IFJ, el caso debería ser presentado ante una corte especializada en medios de la comunicación, ya que las y los periodistas normalmente tienen derecho a que se consideren sus responsabilidades laborales.
Mazen Abdul Jawad, un hombre que en «Bold Red Line» describió sus técnicas para encontrar mujeres y mantenerrelaciones sexuales con ellas, fue sentenciado a cinco años de cárcel y mil latigazos. Otros tres hombres que aparecieron en el mismo programa fueron sentenciados –por hablar de sexo en público– a dos años de prisión y 300 latigazos.
LBC ha recibido varias acusaciones de parte de líderes religiosos saudíes por transmitir programas con cantantes y actrices escasamente vestidas. Irónicamente, una parte de la cadena pertenece al príncipe Alwaleed bin Talal, mutimillonario magnate de medios.
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