Se tienen que partir en dos o en tres para atender trabajo, familia y su quehacer político: son las mujeres sindicalistas que lamentan ser pocas y estar lejos del acceso a los grandes puestos de decisión.
En el segundo y último día de trabajos del foro internacional «Estrategias de las mujeres trabajadoras frente a las políticas neoliberales», las participantes de seis países muestran que los escenarios se repiten no sólo por América Latina sino también en el mundo desarrollado.
La secretaria confederal de la Mujer de las Comisiones Obreras de España, Belén Morales, se refirió a la importancia del tiempo para las sindicalistas y las trabajadoras en general: por un parte poder conciliar el tiempo laboral o familiar y, por otro, la tentación de la flexibilización de los horarios de trabajo.
Si queremos tiempos parciales, lo decidimos nosotras, indicó, porque también implica sueldos parciales.
En tanto que la representante de las mujeres rurales en la Central Única de Trabajadores (CUT), la brasileña Carmen Elena Ferreira, consideró que los retos para las sindicalistas son conciliar la vida privada e incidir en las políticas públicas.
Lamentó que las dificultades para las mujeres que tienen que llegar a casa a cuidar niños, pero advirtió que en el sindicalismo también hay compañeros que son como niños que no entienden.
En su turno, la vicepresidenta de Equidad y Género en la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Martha Heredia, apuntó que pese a las experiencias semejantes entre las asistentes, las brasileñas y españolas están a muchos años de distancia en las luchas por las trabajadoras.
La co-organizadora del foro hizo hincapié en que las acendradas creencias culturales sobre el rol de las mujeres dificultan la lucha de las sindicalistas «y se acentúan más en la vida familiar.»
La doble o triple jornada, agregó, es un obstáculo para participar más activamente por lo que propuso trabajar por un equilibrio en los horarios de las militantes conjuntamente con una mejor repartición de las tareas domésticas.
Con ella coincidió Margarita Chávez López, representante de las mujeres telefonistas mexicanas. Destacó que pese a que las mujeres representan entre 30 y 50 por ciento de las afiliaciones en los sindicatos, difícilmente logran acceder a los puestos de toma de decisiones.
En su oportunidad, la secretaria de Acción para la Mujer del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), Columba Quintero, advirtió que no se trata solamente de generar liderazgos femeninos para servirse del poder sino que hay que pugnar por liderazgos femeninos con visión de justicia social.
2005/MR/SJ
