Inicio Se aviva debate migratorio con triunfo de Hillary y McCain

Se aviva debate migratorio con triunfo de Hillary y McCain

La esperanza de legalización para 12 millones de personas migrantes indocumentadas que viven en este país se avivó tras el triunfo de John McCain (republicano) y Hillary Clinton (demócrata) en las primarias de New Hampshire, para alcanzar la nominación presidencial, pues ambos apoyan una reforma migratoria comprensiva.

La salida de las sombras de mujeres y hombres sin papeles se visibiliza con McCain y Clinton, quienes desde las posturas de sus partidos coinciden en que para que alcancen estatus legal deberán hablar inglés, pagar multas y carecer de antecedentes penales. Ese será uno de sus cometidos, de llegar a la presidencia de los Estados Unidos en noviembre próximo.

La senadora neoyorkina dijo a la cadena Univisión, durante el debate en español del año pasado, que apoya la reforma migratoria amplia, con reunificación familiar, pero advirtió que ésta debía sustentarse en severas medidas de seguridad.

‘Yo estoy en favor de mayor patrullaje y de mayor vigilancia en ambas fronteras’, dijo la ex primera dama. ‘Tenemos que asegurar nuestras fronteras’, puntualizó.

La candidata, que logró el voto femenino en New Hampshire, agregó que esto «es parte de la reforma exhaustiva de inmigración», y señaló que «de esta forma le podemos dar más apoyo a quienes vienen a nuestro país. Tenemos que trabajar de manera bipartidista y aprobar una reforma que incluya verificación, vigilancia y legalización. Yo haré eso como presidenta de Estados Unidos».

LA POSTURA DE MCCAIN

En el debate en español de los candidatos republicanos, organizado también por Univisión, McCain, quien ha respaldado por años una reforma migratoria que incluya una vía de legalización amplia, reiteró «tenemos que abordar este asunto con compasión y amor. Pero fue enfático en que de lograrse la aprobación de una ley así, nadie puede adelantarse en la cola, nadie puede quebrantar la ley».

Aunque McCain no mencionó ese día si estaría dispuesto nuevamente a respaldar una reforma migratoria que le dé la oportunidad a las y los indocumentados a conseguir la residencia permanente. Pero su participación en proyectos bipartidistas demuestra ser el único de los siete aspirantes republicanos que, de llegar a la Casa Blanca, le pediría al Congreso que apruebe una ley amplia, con un proceso regulado donde ciertos indocumentados alcancen la residencia permanente.

Los otros seis precandidatos rechazan cualquier posibilidad de lo que denominan amnistía.

Los puntos de coincidencia entre Clinton y McCain respecto a una reforma migratoria amplia tienen que ver con los requisitos del proyecto que pueda debatir en Congreso en el futuro.

Por ejemplo, ambos están a favor de exigir que quienes califiquen para la residencia hablen inglés, paguen multas por la estadía indocumentada y derechos para pedir la tarjeta verde, y que sus antecedentes sean verificados exhaustivamente por el departamento (ministerio) de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).

También respaldan la verificación de empleo, un sistema ideado por el gobierno federal en respuesta a los ataques terroristas de 2001 y que tiene como fin terminar con la contratación de indocumentados en empresas estadounidenses.

RECHAZOS SIMILARES

Y en cuanto al clima anti inmigrante que prevalece en el país, Clinton y McCain fustigaron los sentimientos contrarios a las y los extranjeros.

La senadora de Nueva York, por ejemplo, dijo que la existencia de «ciertas actitudes racistas y discriminatorias» es inaceptable, y lamentó la creación de un «sentimiento anti hispano». «Es un problema muy serio, apuntó, haré lo que más pueda para combatirlo.

McCain también ha criticado en duros términos este sentimiento que se riega por todo Estados Unidos, al punto que en New Hampshire criticó a sus adversarios republicanos que favorecen la deportación de los 12 millones de indocumentadas e indocumentados que viven en el país.

HISTORIA DE FRACASOS

En los últimos dos años, la reforma migratoria ha sido congelada en dos ocasiones, el 3 de junio de 2006 y el 28 de junio de 2007, por falta de apoyo bipartidista.

El ultimo proyecto fue redactado en secreto por negociadores demócratas, republicanos y de la Casa Blanca, e incluía una vía de legalización, un fuerte componente de seguridad nacional y multas de hasta 13 mil 500 dólares por indocumentada o indocumentado.

El proyecto se detuvo porque el Senado no consiguió los 60 votos (sobre 100) mínimos que requería para que se convirtiera en ley.

08/LPB/GG

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