Es necesario que estados como Guerrero asuman el compromiso de reducir la muerte materna (MM), debido a que lejos de disminuir los decesos de mujeres ligados al embarazo, parto y puerperio, éstos aumentaron de 97 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos a 112, de 2002 a 2011.
En rueda de prensa, Lina Berrio, integrante de Kinal Antzetik ?organización defensora de los derechos reproductivos?, refirió que para abatir la MM se requieren más recursos que se utilicen de forma adecuada, pues a pesar de que Guerrero recibió 23 millones de pesos (mdp) para salud materna, no mejoró la atención para las mujeres.
Ejemplo del deficiente ejercicio presupuestal es que de los 23 mdp registrados en el Acuerdo para el Fortalecimiento de las Acciones de Salud Pública en los Estados (AFASPE) 2011, sólo se asignaron 50 mil pesos a la jurisdicción 06 en la Costa Chica del estado, para el transporte de embarazadas a los servicios de salud.
Esa cantidad resulta insuficiente para atender la necesidad de esta jurisdicción, conformada por 15 municipios de población mayoritariamente indígena, denunció Berrio. Por lo que ?abundó? las mujeres y sus familias terminan por costear el traslado al hospital, el cual alcanza hasta los tres mil pesos por las largas distancias.
La activista añadió que el «gasto de bolsillo» en salud no se ha reducido en estas localidades, por el pago que familias de bajos ingresos tienen que realizar en transporte y alimentos, a pesar de estar afiliadas al Seguro Popular (SP).
Abundó que el incremento de mujeres inscritas en el SP, junto con la promoción del parto hospitalario, aumentaron la demanda de servicios, pero la capacidad resolutiva de las unidades es insuficiente para atender una emergencia obstétrica o un parto normal.
Cabe mencionar que de los 27 mil casos de MM acumulados de 1990 a 2010, el 40 por ciento de las mujeres estaba afiliada al SP.
En este panorama, Berrio señaló que mientras los estados no asuman el compromiso de aplicar programas federales como Arranque Parejo en la Vida y Embarazo Saludable, entre otros, la reducción de la MM seguirá siendo un desafío, principalmente en entidades con población indígena.
Y es que mientras en 2010 la razón de MM en el país fue de 51.5 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos, un año después Guerrero alcanzó los 112 decesos de mujeres por cada 100 mil alumbramientos, más del doble del promedio nacional, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.
Esa entidad no sólo no ha disminuido la mortalidad materna sino que incrementó, ya que en 2002 su razón de MM era de 97 fallecimientos.
La integrante de Kinal Antzetik consideró que para reducir la MM en estados como Guerrero, es necesario que los gobiernos locales rindan cuentas acerca de cuáles son sus estrategias y los recursos que ejercen para disminuir la problemática.
Lina Berrio añadió que también es necesario garantizar personal capacitado para resolver emergencias obstétricas en todos los niveles de atención médica.
Además mencionó que es preciso incorporar las necesidades de las indígenas desde su perspectiva cultural en los servicios de salud, así como incluir intérpretes y parteras en las unidades.
Ese último requerimiento fue planteado por organizaciones civiles como Kinal Antzetik durante la reunión técnica de la promoción de la salud materna, pero las autoridades de salud de Guerrero, Oaxaca y Chiapas señalaron que «no hay cómo incorporarlas».
Lina Berrio dijo a Cimacnoticias que a un año de que Guerrero firmó 30 compromisos con la sociedad civil y otras instituciones de salud para reducir la MM, no ha cumplido ninguno. Esta situación abona a las deficiencias en el sistema de salud, las cuales «están costando vidas de mujeres indígenas y rurales que ejercen su derecho a la maternidad», acusó.
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