En la ejecución de estas acciones se debe priorizar a las jóvenes, fortalecer los sistemas de salud que atienden a las mujeres y proteger sus Derechos Humanos.
Actualmente, las complicaciones derivadas del embarazo y el parto son la principal causa de muerte y discapacidad en las jóvenes. Cada año, entre 10 y 15 millones de mujeres sufren enfermedades o discapacidades severas debido a complicaciones ligadas al embarazo, parto o puerperio.
Esta realidad está relacionada con que casi la mitad de las embarazadas todavía no recibe atención médica.
Debido a la falta de implementación de «soluciones costo-efectivas» como la PF, anualmente 215 millones de mujeres que quieren evitar un embarazo no utilizan ningún método anticonceptivo, y cerca de 20 millones tienen abortos en condiciones de riesgo.
Para cuidar la salud materna de las habitantes del mundo es preciso sumar al menos 12 mil millones de dólares (mmdd) (alrededor de 159 mil millones de pesos mexicanos) al año a los 24 mmdd (319 mil millones de pesos) que ya se destinan a esta causa. Ampliar la inversión cubriría las necesidades de PF y de atención materna y neonatal de calidad.
Garantizar los recursos que se requieren para salvar la vida de las mujeres derivaría en la reducción de 66 por ciento de los embarazos no deseados, la prevención de 70 por ciento de las muertes maternas (MM), la disminución de 73 por ciento de abortos en condiciones inseguras, y la eliminación del 44 por ciento de las muertes neonatales.
El beneficio también es económico ya que se reintegraría alrededor de 15 mmdd en productividad, cantidad que actualmente se pierde por la MM y neonatal, según las proyecciones de Women Deliver.
Esta organización indica que además del reintegro económico, cuidar la salud materna propiciaría la reducción de infecciones de transmisión sexual, incluido el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y obligaría a las naciones a mejorar sus sistemas de salud.
Women Deliver concluye que invertir en las mujeres y en las niñas abona a su empoderamiento, mediante su acceso al empleo y educación, cuya retribución se traduce en el fortalecimiento de las economías del mundo.
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