Porque igualdad y género, ciudadanía y participación política de las mujeres son conceptos presentes en las agendas de la lucha contra la pobreza y la democracia, se convocó a la primera reunión de mujeres en el Consejo Nacional de Organismos Rurales y Pesqueros (Conorp), en la sede de esta organización en la Ciudad de México, el pasado 11 de abril, donde se dieron cita 60 mujeres de 9 organizaciones campesinas.
Las mujeres, pero particularmente las mujeres indígenas y campesinas, enfrentan un mayor contexto de discriminación y pobreza, situación de la que nace la inquietud por crear una comisión de la mujer en el Conorp que permita conocer las problemáticas particulares y de género de cada compañera», manifestó Ada García, secretaría general del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional para el Desarrollo del Sector Rural (STINSA).
Esta reunión, puntualizó Ada García, tiene como sentido el armar una agenda de la mujer dentro del Conorp, con el objeto de darle cuerpo a las estructuras de trabajo, fortaleciendo alianzas y creando estrategias que permitan que haya una representación digna y fuerte de la mujer para ser escuchadas y tomadas en cuenta.
Por otro lado, la tenencia y regularización de la tierra debe de contar con datos concretos del Registro Agrario Nacional (RAN) de cuántas mujeres tienen regularizadas sus parcelas, ya que en el país hay casi treinta mil ejidos y solo hay 4 mil 637 unidades agrícolas industriales que pertenecen a la mujer.
Ante ello, dijo a Cimacnoticias Rocío Miranda, líder de Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC), el fortalecimiento de liderazgo se basa en el poder que tiene la información y en la capacitación de las campesinas e indígenas en su lucha por ser propietarias de sus tierras. De esta manera serán incluidas en los programas públicos, tendrán información de bioseguridad, bioenergéticos y en tantos temas que se tratan en las cúpulas pero no en el campo».
Las integrantes del Conorp han participado en diferentes procesos, han resistido ante las imposiciones del gobierno, la falta de recursos y la depredación del sistema neoliberal. Es el caso del Tratado de Libre Comercio. Rocío Miranda sostuvo que las y los campesinos no saben bien cómo les va afectar la entrada de capitales, la ruptura de la biodiversidad de los ecosistemas y las estructuras culturales de las comunidades indígenas.
Con la entrada en vigor del TLC y todo lo que implica, la feminización de la pobreza en el campo se acentúa, la liberalización de los cuatro productos básicos de alimentación maíz, caña, frijol y leche pone a la mujer en una problemática, ya que ella es garante de la alimentación de su familia, por lo que se debe elaborar un pronunciamiento sobre los impactos y sobre la renegociación del Tratado, declaró Miranda.
El primer paso para mantener activa la Comisión de Mujeres en el Conorp, manifestaron sus integrantes, es manteniendo un trabajo organizado y con objetivos claros, impulsando y gestionado proyectos productivos dirigidos y creados por y para las mujeres.
Impulsar, promover, fortalecer, apoyar, garantizar, pugnar y reconocer todas las líneas de trabajo propuestas para la agenda de el Consejo harán que esta reunión tenga un sentido concreto y estable, dijeron.
Asimismo, el ir posicionando la Comisión de la Mujer en el Conorp, en el marco de las instituciones de la administración pública federal, estatal y municipal, ira identificando aquellos programas que den prioridad al desarrollo de la mujer.
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