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Ségolène Royal, esperanza femenina francesa

Por la Redacción

La posibilidad de la socialista Ségolène Royal de convertirse en presidenta de la República el próximo 6 de mayo y demostrarle a Francia lo que una mujer puede ser capaz de hacer por su país, pudiera estar cada vez más cerca, dice el informe Especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.

Pasar a segunda vuelta, el escalón previo al Elíseo, significa un triunfo femenino para Francia y para el mundo, donde cada día hay más damas que aspiran al poder.

Royal tiene a su favor una fuerte motivación de triunfo y la seguridad explícita de que puede ocupar el sillón presidencial para darle un cambio significativo al país.

Pese a los escépticos, la candidata de izquierda de 53 años llegó a las finales con el 25.87 por ciento de los votos, superada, según los pronósticos, por el derechista Nicolás Sarkozy (Unión por un Movimiento Popular) con el 30 por ciento.

En su discurso posterior a conocerse los resultados, Royal le reiteró al pueblo galo que ella encarna la figura llamada a diseñar un Estado imparcial, moderno y requerido de reformas.

También remarcó que cumplirá con las proposiciones realizadas en el pacto presidencial, dado a conocer en medio de su campaña.

Para la aspirante femenina, llegar hasta aquí representa un mérito insoslayable en un país que siempre fue gobernado por hombres, de acuerdo con sus propias reflexiones.

Igualmente, por primera vez en la historia de Francia hubo otras tres candidatas en la primera vuelta, aunque no clasificaron para el paso posterior.

De meritorias y resueltas podrían catalogarse a Marie-George Buffet (Comunista), Dominique Voynet (Los Verdes) y Arlette Laguiller (Liga Obrera ), quienes fueron muy audaces al intentarlo.

Las tres aspirantes dieron su apoyo inmediato a Royal para los comicios finales.

Aún cuando la socialista resulte eliminada el 6 de mayo, su tránsito durante la campaña electoral ha sido fructífero, consideran analistas políticos.

Para disgusto de los detractores, ella ha ganado con su discurso un gran porcentaje de electores, encontrándose una representación femenina numerosa que ha tomado auge gracias a la posibilidad de tener una presidenta.

Este logro de las mujeres ha sido fruto de años de lucha por la igualdad, como el beneficio del derecho al voto en 1946, de la contracepción en 1967 y el aborto voluntario en 1976, entre otros.

Es en el gobierno de Lionel Jospin que se establece la ley de paridad entre ambos sexos para aspirar a cargos políticos.

Sin negar que en la actualidad hay un porcentaje mayor de mujeres dentro de la política gala, el número es bajo, pues este país se encuentra a la cola de las naciones europeas en cuanto a su presencia en el Parlamento, con un 12 por ciento, seguida por Grecia.

El único antecedente de una mujer en el gobierno francés fue el de la socialista Edith Cresson, quien ocupó brevemente el cargo de Primera Ministra de 1991 a 1992, durante el mandato de Francois Mitterrand.

La Francia «desarrollada» no tiene el privilegio de predicar la equidad para hombres y mujeres, siendo estás últimas diferenciadas a diario, cualquiera que sea su estatus.

En los ámbitos de la vida social, las diferencias son igualmente visibles por la falta de oportunidades en todas las esferas, las dificultades para encontrar empleo y de escalar en la vida profesional, entre otros.

La candidatura a la presidencia de Francia de varias mujeres estimuló a su vez el levantamiento de voces femeninas en contra de la desigualdad de género.

Durante el período preelectoral, varias asociaciones del llamado sexo débil lanzaron campañas de sensibilización y propuestas a favor de la equidad entre ambos sexos.

Según los estudiosos, esta es la oportunidad para lograr grandes beneficios y logros en los derechos femeninos.

SÉGOLÈNE ROYAL

Inspirada en el triunfo de las actuales líderes de Chile y de Alemania, Michelle Bachelet y Angela Merkel, respectivamente, ha prometido que si triunfa, Francia tendrá nuevos horizontes.

Para defenderse de los ataques discriminatorios, durante la presentación del libro Ahora, basado en sus reflexiones, manifestó que no siente ningún tipo de animosidad hacia los hombres, pero es contraria al machismo existente, el cual afecta a ambas partes.

En respuesta a los ataques sexistas recibidos por ser mujer, ha mostrado su historial de tres veces ministra, cuatro veces diputada y presidenta de la región de Poitou-Charentes.

La socialista venció en las primarias de noviembre pasado, con un 60.6 por ciento, al ex primer ministro Laurent Fabius y al ex titular de Economía Dominique Strauss-Kahn.

Madre de cuatro hijos, Royal es egresada de la Escuela Nacional de Administración. Por primera vez se lanza a la lucha electoral, siendo presidenta de la región de Poitou-Charentes.

En su discurso promete mejorías para la educación y la familia, y defiende los derechos de la mujer. Aseguró que, de ser electa, enviará una ley al Parlamento para proteger a las mujeres de la violencia doméstica.

Defensores de Royal han asegurado que aunque la aspirante socialista esté utilizando su feminidad para ganar adeptos, el reto ha sido difícil porque a diferencia de los hombres, se enfrenta desde el inicio a dos grupos de adversarios, los políticos y los prejuicios, concluye el informe Especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.

07/GG/CV

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