Inicio Sin el cuerpo, madre de Cecilia no puede denunciar feminicidio

Sin el cuerpo, madre de Cecilia no puede denunciar feminicidio

«Estoy muerta, desde que desapareció mi hija estoy muerta, no despierto de esta pesadilla, no vivo en paz», exclamó entre sollozos Francisca Corrales Jiménez, mamá de Cecilia Jazmín Chavarría Corrales, cuando la agente del Ministerio Público le pidió que expresara su sentir.

La señora testificó hoy en el juicio oral que se lleva a cabo en contra de Samuel Isidro Duarte Contreras, acusado de secuestro agravado en contra de Cecilia Jazmín.

Visiblemente afectada, Francisca subió al estrado y juró conducirse con la verdad. El Ministerio Público tuvo que solicitar la presencia de un médico para que supervisara la salud de la señora, quien ha sufrido varios conatos de infarto desde que desapareció su hija, hace dos años.

La mujer narró la angustia que sufrió el 21 de febrero del 2007, cuando Cecilia Jazmín salió de su casa con Samuel Isidro para no regresar jamás.

Con detalles, contó que a las once de la mañana hizo la primera llamada a la casa de sus hijas Cecilia Jazmín y Sabrina, quienes cuidaban al hermano menor Elías Jonathan.

Fue el pequeño Elías quien le informó que Cecilia Jazmín no estaba en la casa porque se fue con Samuel Isidro. La muchacha se fue en pantuflas. No se llevó nada. Dejó la bolsa, llaves, dinero y el medicamento que requería para su salud.

Más tarde volvió a llamar. Le preocupó que Cecilia Jazmín no regresara. No era normal, sobre todo porque Sabrina estaba fuera y ella se encargaba de llevar a Elías a la escuela.

Marcó al celular de su hija. La llamada se fue al buzón. Era raro, Cecilia Jazmín siempre contestaba, sobre todo cuando le hablaba su mamá.

La preocupación creció. Fue a la casa a buscarla. Eran como las dos y media de la tarde. Sólo encontró el recado que Elías dejó en la puerta cuando se fue a la escuela.

Decidió ir a la casa de Samuel Isidro. La mamá del joven le dijo que no estaba, se encontraba en la escuela.

Francisca suspende durante unos minutos la testimonial. La doctora Guadalupe Acosta la revisa. La señora toma agua, respira profundamente varias veces y continúa su relato.

Recuerda que pasaron las horas y Cecilia Jazmín no regresaba. Por la noche decidió ir otra vez a la casa de Samuel Isidro. Esa vez sí lo encontró. El muchacho la atendió tranquilamente. Le aseguró que dejó a la joven a medio día en la Avenida de las Industrias, a dos cuadras de su casa.

Samuel Isidro le mostró un mensaje en su celular que supuestamente le acababa de enviar Cecilia Jazmín. La muchacha decía en el mensaje que Samuel Isidro no era el padre del hijo que esperaba.

«Ese mensaje no era de mi hija, ella no escribía así, más que mensaje era una carta», puntualiza la señora.

A Francisca le llamó la atención que al joven no le preocupara la desaparición de Cecilia Jazmín, que se portara como si nada ocurriera.

«Estaba demasiado tranquilo, con el celular en la mano, insistiendo en que leyera el mensaje», recuerda.

Cecilia Jazmín estaba embarazada. Su mamá la acompañó al Seguro Social cuando le hicieron los exámenes y le confirmaron que esperaba un hijo. Cuando salió del médico le confesó a Francisca que el papá era Samuel Isidro, que lo conoció en la iglesia cristiana a la que acudían ambas familias.

La señora supo que el muchacho se molestó cuando supo que Cecilia Jazmín estaba embarazada, también se enteró que el noviazgo terminó porque el joven se desentendió de su hija.

Después supo que Samuel Isidro buscó a la muchacha, pero no para reanudar el noviazgo, sino para exigirle que abortara. Cecilia Jazmín se opuso.

«Mi hija estaba muy triste, le podía mucho que Samuel Isidro le pidiera que abortara, ella quería tener a su hijo», enfatiza Francisca.

La señora asegura que ella misma le reclamó al joven su actitud, una vez que fue a buscar a Cecilia Jazmín a su casa.

«Le pregunté a Samuel Isidro por qué le pedía a mi hija que abortara. Le dije que si él no quería ese hijo, nosotros sí lo queríamos; le exigí que dejara en paz a Cecilia Jazmín, él se asustó, me dijo que temía hablar con su mamá, me pidió tiempo, dijo que buscaría la forma de contarle a su mamá del embarazo», dice Francisca y los sollozos la obligan a detener la narración varios minutos.

A los pocos días ocurrió la tragedia. Cecilia Jazmín se fue de su casa con Samuel Isidro y desde entonces no ha regresado.

El día que desapareció, Sabrina recibió un mensaje que supuestamente le envió su hermana. Cecilia Jazmín decía que no se preocuparan por ella, que se iría para siempre, que estaría bien, que el hijo que esperaba no era de Samuel Isidro.

«Ese mensaje tampoco lo escribió mi hija. Es muy parecido al que recibió Samuel Isidro, más que mensajes parecen cartas, sin ninguna lógica», señala Francisca.

La familia de Cecilia Jazmín está convencida que Samuel Isidro asesinó a la muchacha, pero no lo pueden acusar de homicidio porque el cuerpo no aparece.

09/DVM/GG

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