En Perú el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) del país estima que en la última década quedaron en orfandad 2 mil niños y niñas por el feminicidio de sus madres, un total de mil 47 de mujeres asesinadas, y para atenderlos, impulsa un programa de apoyos sociales.
El país latinoamericano considera que si el Estado no fue capaz de “prevenir el feminicidio es su obligación atender los estragos que deja este delito”, en este sentido, el Midis busca reparar el daño a las y los menores de edad que quedan sin la protección de sus madres y el padre está preso por el crimen, por medio del programa “Rescate”, anunció la institución este mes en un comunicado.
“Rescate” es un programa de apoyos sociales dirigido a estas víctimas indirectas. En su diseño participan representantes de los diversos Ministerios que conforman el Estado: de Salud Pública, Educación, Justicia y de la Mujer, de acuerdo con el Midis.
La ministra de Desarrollo e Inclusión Social del Perú, Lilia de la Rosa, informó que “Rescate” proveerá a la orfandad por feminicidio de un subsidio mensual de entre 100 a 125 soles peruanos (cantidad equivale alrededor de 800 pesos mexicanos).
Para poder acceder al subsidio económico que ofrece el Estado necesitan demostrar que están inscritos en la matrícula escolar, de ser así, también son acreedores a que se les dé atención psicológica. Según la institución de desarrollo social, se está ubicando a los niños y niñas que atraviesan esta situación.
En el Perú ya se tiene acercamiento sobre el número de niñez que quedan al desamparo tras el asesinato de sus madres. El informe del Ministerio de la Mujer “El Poder de los Datos: registro de feminicidio para enfrentar la violencia hacia la mujer en el Perú”, indica que tan solo en 2009 por lo menos un 51 por cierto de las mujeres asesinadas por razón de género tenían como mínimo un hijo.
El reporte revela que en ese año (2009) a consecuencia del feminicidio, unas 129 niñas y niños pasaron a situación de orfandad, además, se sabe que 27 casos de feminicidio se cometieron en presencia de los hijos e hijas; y se detalla cómo esta agresión extrema a las mujeres también transciende en sus hijos. En 4 casos de feminicidio en los que también se terminó con la vida de los hijos de la víctima, la mayoría de los agresores fueron el padre y pareja de las víctimas.
La ministra Lilia de la Rosa recordó que la mayoría de los hijos e hijas de las víctimas de feminicidio quedan generalmente al cuidado de sus abuelos, tíos o personas cercanas que asumen la responsabilidad de acogerlos, de ahí la importancia de este programa.
“Rescate” está bajo la coordinación del director ejecutivo del Programa Nacional de Apoyo Directo a los Más Podres “Juntos”, Pablo Solis, por la experiencia que tiene en el seguimiento de este tipo de proyectos de apoyos sociales.
Mientras en México, en diciembre de 2017 se aprobó la reforma al Artículo 26 Bis de la Ley General de Acceso de las Mujeres Una Vida Libre de Violencia que obliga a las entidades a crear políticas públicas a favor de estas víctimas secundarias, no obstante, solo en algunas entidades se empiezan a crear programas para reparar el daño a la orfandad por feminicidio pero se sigue sin contar con registros oficiales.
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