Las actuales relaciones de pareja entre las y los jóvenes mexicanos tienden a ser superficiales, por lo que son más vulnerables para que los problemas de comunicación y los desacuerdos provoquen un mayor número de situaciones de violencia, separación o disolución del vínculo.
Afirmó lo anterior Humberto Chávez Gutiérrez, profesor de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tras considerar que por su misma naturaleza, esta población es flexible y adaptable a los cambios, lo cual los lleva a no involucrarse con sus contrapartes, al dedicar poco tiempo a establecer encuentros de persona a persona, pues ello implica compromiso, respeto y comunicación profundos.
De hecho, sus nexos son más de tipo funcional y de roles que de carácter afectivo, añadió el especialista en identidad y cultura: Pareciera que se unen para no durar, y ello se debe a la existencia de nuevas formas de ver la realidad y de condicionamientos socioculturales.
En un comunicado de prensa, la UNAM destaca que para el psicólogo Humberto Chávez una relación de conocimiento e intercambio significativos requiere de un proceso donde ambos (la pareja) superen sus miedos y angustias ante personas o situaciones desconocidas.
Para ello, se precisa de un lazo que trascienda lo social y cultural, es decir, conocerse más como individuos, en sus afectos, intimidad y sexualidad. Sin embargo, reconoció, que no es sencillo para las personas abrir sus sentimientos, pues hacerlo requiere de un clima de confianza.
Tanto el tiempo como la seguridad en la o el otro son condiciones definitivas para establecer interacciones interpersonales duraderas, recalcó.
En opinión de Chávez, si se quiere una reciprocidad no sólo de amor sino de amistad, confianza, apoyo y lealtad, o estar con alguien que comparta todos los momentos importantes de la vida, entonces se deben romper los esquemas de superficialidad impuestos por los tiempos modernos.
También consideró que la educación juega un papel fundamental para aprender a consolidar nexos interpersonales que dejen a la persona aspectos enriquecedores y que, además, si se piensa formar una familia, para procrear a las y los hijos, formarlos, darles un crecimiento sano, estabilidad emocional y bienestar, es necesario que la unión entre madre y padre sea fuerte.
Sin embargo, puntualizó, los progenitores muchas veces influyen para que hijas o hijos mantengan criterios superficiales por quererlos solteros el mayor tiempo posible, con el fin de que sigan estudiando y tengan mejores oportunidades de desarrollo personal y laboral., informa el comunicado.
Cuando una pareja es en extremo joven y se deja llevar por el idealismo, sin pensar en todos los compromisos económicos y morales que conlleva el constituir una familia en forma, corre el peligro de fracasar, porque una relación afectiva no sólo se restringe al amor, el erotismo y la sexualidad, concluyó.
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