Al temazcal, baño de vapor del mundo prehispánico utilizado todavía en distintas regiones de México, se le ha denominado la «clínica de nuestros antepasados» pues hasta la fecha conserva su objetivo original: limpiar al cuerpo de malestares físicos, mentales y espirituales.
Su nombre, temazcalli, es de origen náhuatl que en español quiere decir casa de piedras calientes o de vapor. La técnica que se utiliza actualmente es semejante a la original. Con piedras preferentemente de tezontle, calentadas al rojo vivo, a las que se agrega agua para producir vapor.
La construcción de un temazcal varía según la región. Puede ser de ladrillo rojo, pegado con mezcla de cal, arena y cemento, o simplemente utilizando los recursos naturales del lugar –ramas, carrizos, petates— y lonas de plástico para cubrirlo.
Respecto a la costumbre prehispánica, se utilizaba tanto para atender problemas físicos como para propiciar estados de bienestar emocional y espiritual. Además, antes de ir a una batalla los guerreros tomaban un baño de temazcal buscando purificarse y así combatir a sus contrincantes con valor y respeto (El temazcal. Uso ceremonial y terapéutico, 2003).
Algo común era que después del parto las mujeres entraran a tomar este baño de vapor y que cordón umbilical y placenta se enterraran bajo el temazcal. Si la madre o la criatura tenían algún mal físico o espiritual pedían ahí a sus dioses alivio pues consideraban que en este lugar estaba una parte importante de su energía vital.
Hoy en día, existen registros de que todavía en algunas regiones de México se usa para el parto.
El temazcal no es exclusivo de nuestro país, también se conoce en el continente americano (sur de Estados Unidos) y el norte de Europa (Rusia, Latvia, Estonia, Finlandia, Laponia) con diferentes usos ceremoniales, de purificación y terapéuticos, también varía la forma de su construcción y técnica.
La energía femenina es central en este baño de vapor.
Hay quien afirma que los temazcales son úteros de la madre Tierra para renacer y purificarse.
Varias sanadoras lo integran en sus tratamientos, hay quien afirma que dentro de él hay diosas mujeres, como las abuelas Tolci (tierra), Meztli (la luna) y Tlazoltéotl, una mujer dual madre de la medicina para los aztecas, que se come toda la inmundicia (enfermedad) del ser humano.
Acerca de la importancia de las mujeres y la energía femenina en el temazcal hablaremos en la próxima semana.
*Periodista mexicana y psicoterapeuta Gestalt [email protected]
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