El Gobierno del Distrito Federal publicó hoy el decreto que tipifica el feminicidio en la Ciudad de México, por lo que a partir de mañana la Procuraduría de Justicia capitalina cuenta con seis meses para crear un Banco de Datos de Información Genética y 90 días para crear protocolos especializados de investigación.
Luego de que el pasado 29 de junio el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó diversas reformas al Código Penal y de Procedimientos Penales capitalino, hoy se publicó este decreto que castiga el feminicidio con penas de 20 a 50 años de prisión y de 30 a 70 años si entre la víctima y el agresor existió una relación afectiva, laboral, de parentesco o de otra índole.
De acuerdo con los artículos transitorios del decreto –que mañana entrará en vigor–, la Procuraduría General de Justicia (PGJDF) y el Tribunal Superior de Justicia capitalino (TSJDF), en el ámbito de sus competencias, deberán de elaborar protocolos de investigación pericial, ministerial y policial del delito de feminicidio.
Con la creación del nuevo delito, se pretende combatir la violencia feminicida que de acuerdo con datos de la PGJDF en 2010 cobró la vida de 107 mujeres, mientras que información del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio señala que en el mismo lapso se registraron 203 casos de feminicidio en la Ciudad de México.
La elaboración de estos protocolos deberá considerar la perspectiva de género y los estándares internacionales en la materia, como lo recomendó la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) en la sentencia condenatoria sobre la desaparición y asesinato de tres mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, conocida como Campo Algodonero.
La PGJDF y el TSJDF tendrán, a partir de mañana, un plazo no mayor a 90 días para la elaboración y publicación de los protocolos y además deberán capacitar continuamente al personal encargado de implementarlos.
El artículo 105 Ter del Código de Procedimientos Penales capitalino señala que en los casos de investigación de feminicidio, la PGJDF deberá conservar un registro fotográfico de la víctima, de la descripción de sus lesiones, objetos y vestimenta con que haya sido encontrada, que servirá para integrar investigaciones de la misma naturaleza.
Asimismo precisa que cuando se trate de cadáveres no identificados o que no puedan ser reconocidos, deberá realizarse un estudio para determinar su ADN, el cual se integrará al Banco de Datos de Información Genética, que deberá crear la PGJDF en un plazo no mayor a seis meses.
A este Banco de Datos también se incorporará la información genética de familiares de mujeres desaparecidas o presuntas víctimas de feminicidio, cuando así lo soliciten, o en cumplimiento de una orden de la autoridad judicial, por lo que la Procuraduría de Justicia capitalina resguardará la información, registros, objetos y datos respectivos.
A partir de este 27 de julio, empiezan a correr los días para que ambas instancias publiquen los protocolos, que deben señalar que además de la descripción del cuerpo, en la realización de la autopsia se deje constancia de la hora, fecha, causa y forma de la muerte; fecha, hora y lugar donde se realizó la autopsia; registro fotográfico del cadáver; registro de todas las lesiones, y examen y muestras de fluidos del área genital para determinar si existen señales de violencia sexual.
Cabe señalar que en la elaboración de estos protocolos además de considerar los estándares internacionales en la materia, también se tendrá que tomar en cuenta la opinión del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal. Por último, la PGJDF y el TSJDF están facultados para celebrar los convenios generales y específicos que se requieran para el debido cumplimiento de estas funciones.
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