Unos 20 millones de niñas y niños latinoamericanos de entre 10 y 14 años de edad, trabajan en condiciones de riesgo para su salud, alertó en un informe la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
De acuerdo a este informe los menores que comienzan a emplearse a muy temprana edad están expuestos a los mismos riesgos ambientales que los adultos en su lugar de trabajo, sólo que las y los niños son mas vulnerables porque sus cuerpos y sus sistemas inmunológicos están todavía en desarrollo.
Ejemplo de ello son los menores que trabajan en la producción de carbón, oro y fuegos artificiales en Brasil, Colombia, Guatemala y Perú, quienes enfrentan riesgos de derrumbes, caídas y están expuestos a la inhalación de gases, además carecen de guantes, cascos o protección para los ojos.
Además de enfrentar problemas relacionados con la pobreza, desnutrición, anemia y fatiga pues trabajan entre 10 y 12 horas diarias, no comen ni duermen bien y muchos de ellos no van a la escuela.
Entre los efectos físicos del trabajo infantil están infecciones por pesticidas en menores que trabajan en la agricultura, o el daño a las vías respiratorias producido por la exposición y contacto con químicos y solventes que son inhalados por niñas y niños que trabajan en fábricas de pintura o en el aseo de calzado.
Pese a la problemática que esto representa, aún son pocos los países que se encuentran elaborando leyes para la erradicación del trabajo infantil como México, Chile, Brasil, El Salvador y Nicaragua, agregó el informe.
2003/LGL/MEL
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