Voluntad política y más voluntad política es lo que se requiere entre los poderes de la nación para atender lo verdaderamente importante, lo que le aqueja a la gente que demanda certidumbre en el empleo, mayores ingresos y mejorar sus condiciones de vida.
«Progresar ante la adversidad», eso es lo que busca encarar la gente de todos los estratos sociales y sobre todo, los más deprimidos y excluidos, o sea, la mayoría de las familias mexicanas.
Atender la tarea sustantiva del Estado Mexicano es lo verdaderamente urgente. Se requiere dar pasos a un nuevo pacto social que permita enfrentar la desigualdad social y la de género que mantienen subsumida a la mayoría de las familias mexicanas, en pobreza, malnutrición y hambre.
Las «fuerzas» interesadas en ensombrecer la estabilidad del país, perjudican a la mayoría de la sociedad. Son exiguos aún los esfuerzos para hacerle frente a los desafíos del progreso y la generación de empleo, mal haríamos si dejamos que a la política le gane el cuarto poder, que busca jugosas ganancias con los video-escándalos y ahora con los grava-escándalos.
El diálogo y la concertación son temas urgentes entre el Ejecutivo y el Legislativo, Es necesario establecer un lugar preponderante de la agenda nacional para el combate a la desigualdad y la in equitativa distribución de nuestras riquezas nacionales.
Baste decir, que no sólo es urgente y necesario atender lo importante que la aqueja a nuestra gente, es un precepto ético comprometernos a alcanzar, ¿por qué no?, la meta de hambre «cero» en nuestra República.
Se reconoce oficialmente que no se ha hecho aún lo suficiente y se mantiene uno de cada dos mexicanos en la pobreza y más de 20 millones de personas se debaten entre el hambre y la malnutrición. ¿A caso no son motivos suficientes para no distraernos de lo importante que demanda la nación?
El Legislativo está llamado a cumplir sus tareas. Es por tanto cuestionable que a mes y medio de período, aún no se tenga una agenda legislativa convenida cuando existen sendas iniciativas por dictaminar y aprobar; tal es el caso de la minuta relativa a las reformas constitucionales en materia del derecho a la alimentación y su exigibilidad, que está de regreso al Senado de la República al ser modificada y aprobada por nuestra colegisladora, la H. Cámara de Diputados desde el período legislativo pasado.
Se requiere voluntad política y más voluntad política para atender lo urgente, es un momento difícil de la vida nacional, la consolidación de la democracia pasa por acabar con el hambre y la malnutrición, por el bien de la nación, convengamos un nuevo pacto social.
*Senadora del PRD y presidenta de la Comisión Especial que dará seguimiento a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez de la Comisión de Desarrollo Social.
2004/LB/LR