Ante legisladoras y legisladores e integrantes de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), agrupadas en la Coalición por la Salud de las Mujeres (CSM), presentaron sus observaciones al Proyecto de Presupuesto 2009 y urgieron en la necesidad del aumento al gasto etiquetado para salud de las mujeres.
Así lo señalaron el pasado viernes, durante una audiencia en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en voz de Axela Romero, directora de Salud Integral para la Mujer (Sipam). «Nos preocupa que el ejercicio democrático presupuestal esté lleno de contenidos y que el contexto de crisis económica los lleve a rezagar los temas referentes a la salud de las mujeres, ya que de ser así a la vuelta de los años tendremos problemas mucho más graves».
En representación de la CSM, integrada por 12 organizaciones feministas que trabajan salud sexual y reproductiva y equidad de género, subrayó «los recursos que se utilizan en esos rubros vinculados a la atención son bajísimos. La atención de mujeres es mínima».
La CSM, está integrada por: Católicas por el Derecho a Decidir, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad; Fundar, Centro de Análisis e Investigación; Foro de Mujeres y Políticas de Población Distrito Federal; Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam); Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE); Comité Promotor por una Maternidad sin Riesgos en México; Ipas-México; Kinal Antzetik Distrito Federal; Salud Integral para la mujer (Sipam).
El incremento del presupuesto público a favor de las mujeres manifestaría la responsabilidad del Legislativo por evidenciar las brechas de desigualdad de género y su compromiso en reducirlas, dijo Romero.
En presencia de la diputada Elsa Conde, del Partido Alternativa Socialdemócrata (PASC), y de la diputada Marisela Contreras Julián, presidenta de la Comisión de Equidad y Género, enfatizó Axela Romero: «El ejercicio presupuestal, lejos de ser una instrumentación neutral, representa un peso político a las prioridades nacionales».
PRESUPUESTO Y SERVICIOS DE SALUD, INCONEXOS
Por su parte, Daniela Díaz Echeverría, del Centro de Análisis e Investigación Fundar, señaló que es inexistente desde la Secretaría de Salud (SS) el vínculo entre «presupuesto con efectividad y acceso oportuno y de calidad en servicios de salud sexual y reproductiva a población abierta».
Afirmó lo anterior, porque no cuentan con presupuesto específico los programas: de Acción Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género; de Acción Arranque Parejo en la Vida; de Acción Planificación Familiar y Anticoncepción; de Acción Cáncer Cérvico Uterino; de Acción Cáncer de Mama; de Acción Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes; de Acción de Igualdad de Género en Salud. Hay, dijo, sólo acciones de rectoría pro el Centro Nacional de Equidad de Género.
SEGURO POPULAR, EL RECEPTÁCULO
El problema estructural, explicó Axela Romero, en nombre de la Coalición por la Salud de las Mujeres (CSM), es que los recursos se canalizan a través del Seguro Popular.
Detalló ante las y los integrantes de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública que en las intervenciones determinadas en el Seguro Popular están contenidas prácticamente todas las referentes a salud sexual y reproductiva y salud materna. Y aunque el parto represente la mayor ocupación de camas hospitalarias en los establecimientos que atienden la población abierta, no tenemos forma de comprobarlo, dijo.
Es prioritario establecer no sólo mecanismos de rendición de cuentas permanentes, sino reconstruir una estructura presupuestal coherente entre el ejercicio del mismo e indicadores acordes con los objetivos de los programas, sus estrategias y acciones.
Si bien es cierto que en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2009 (PEF) el recurso asignado a la Secretaría de Salud y a su vez al Seguro Popular aumentó en un 2 por ciento, por la falta de mecanismos de transparencia en el gasto es fundamental sostener el gasto etiquetado, ya que es el único asegurado hacia intervenciones específicas para las mujeres.
Para 2008, la Secretaría de Salud tuvo 72 millones 773 mil 689. 727 pesos, mientras que para este año el proyecto de PEF asigna 76 millones 659 mil 268.164 pesos. En tanto, para el Seguro Popular en 2008 se asignaron 37 millones 834 mil 174.623 pesos, para este año el proyecto de PEF aumenta a 41 millones 368 mil 161. 540 pesos.
URGE GASTO ETIQUETADO
La CSM advierte que bajo la anterior y la actual estructura presupuestal, es imposible tener por cierto que se usará presupuesto público para dichas intervenciones. Por ejemplo, refugios para mujeres en contexto de violencia familiar o compra de métodos de planificación familiar para surtir a entidades federativas que no realizan estas compras.
Un punto fundamental es que el Estado determine recursos específicos en el PEF hacia la atención de mujeres pertenecientes a la población abierta, para su atención durante el embarazo, el parto y el puerperio, bajo los esquemas de atención universal y gratuidad.
Al respecto Axela Romero refirió que las problemáticas que atañen a las mujeres en nuestro país son de una enorme magnitud y responden a rezagos históricos. Para atenderlos efectivamente, se requieren iniciativas permanentes y sostenidas.
«El gasto etiquetado no es presupuesto con perspectiva de género, pues el gasto etiquetado no refleja la totalidad del presupuesto que afecta a las mujeres», explicó Romero.
Así, para la Subsecretaría de Egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 2008 el total del gasto para las mujeres fue de 28 mil millones de pesos. Este cálculo está considerando el gasto asignado al Programa Oportunidades, que representa más de 23 mil millones de pesos de este total.
Aunque las mujeres son receptoras de los recursos del Programa Oportunidades, ello no implica que el Programa tenga como meta reducir el rezago de la inequidad de género, pues los recursos están destinados a mejorar el acceso de sus hijas e hijos a servicios públicos.
08/GT/GG
