Una de cada cinco mexicanas sufrió alguna forma de agresión en el hogar el año anterior, según los resultados de la mayor encuesta sobre violencia familiar en México efectuada por la Secretaría de Salud (SSA).
La Encuesta Nacional sobre Violencia, cuyos resultados fueron presentados hoy en el Instituto Nacional de Perinatología, reveló que menos de la mitad de las afectadas considera que vive una situación de violencia con su pareja, a pesar de haber sufrido hasta intentos de estrangulamiento.
La cifra aumenta a una de cada tres mujeres si se les cuestiona sobre si han sufrido violencia psicológica, sexual o física a lo largo de su vida, dio a conocer esta mañana el secretario de Salud, Julio Frenk.
La encuesta efectuada entre usuarias de los servicios públicos de salud en todo el país y el personal de clínicas y hospitales, arroja que las mujeres agredidas tienen «un riesgo 1.5 veces mayor de tener mala o muy mala salud respecto de las que no viven esta situación.
La investigación, efectuada en servicios de todo el sector público en México, recogió 26 mil 240 cuestionarios, con lo que ahora se analiza esta «fuente valiosa de datos» que estarán a disposición de académicos de la nación, abundó Blanca Rico, la coordinadora de la investigación y directora del Programa Mujer y Salud (Promsa) de la secretaría.
La violencia familiar, concluye la investigación, «es un problema de salud pública de gran magnitud» la cual «tiene un serio impacto, demostrable en la calidad de vida», agregó Rico.
La funcionaria adelantó que Quintana Roo y Yucatán son los estados que registran mayor violencia doméstica hasta este momento de la investigación.
La consulta fue realizada entre las usuarias de todos los servicios de salud: consulta general, planificación familiar o detección oportuna del cáncer, entre otras, y es representativa de la población mexicana en cuanto a estado civil y condiciones sociodemográficas, explicó Rico.
VIVIENDO CON EL ENEMIGO
El abuso sexual en la infancia se comete mayoritariamente por el padre, padrasto u otro varón de la familia, confirma la investigación. De cada cuatro agresiones sexuales contra niñas o niños, solamente una se comete por alguien fuera de núcleo familiar.
Igualmente, la encuesta demuestra que el desempleo del cónyuge es detonante –nunca justificante, aclaró Blanca Rico—de violencia en el hogar. Y ocurre lo mismo con el alcohol, cuyo consumo es directamente proporcional a los eventos violentos.
Las mujeres agredidas perciben tener mala o muy mala salud. También se halló una relación directa con su malestar emocional: trastronos del sueño, angustia, tristeza o miedo.
La violencia afectaría más a las mujeres de escasos recursos, apunta la investigación al analizar que las encuestadas en el seguro popular manifestaron violencia en 25 por ciento de los cuestionarios, frente a 17 por ciento encuestadas en servicios públicos pero usuarias de hospitales privados.
Los resultados finales de la Encuesta serán presentados el próximo 25 de noviembre Día Internacional por la No Violencia hacia las Mujeres durante un simposio anunciado por la Secretaría de Salud.
MR/MEL
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