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De demonios y fiscales

Por Cynthia Híjar*
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Alguna noche de hace años, cuando yo aún no sabía que existían los feminismos en México, vi un documental donde Lydia Cacho hacía un “statement” poderoso al enunciarse una mujer que, al luchar contra la pederastia en el estado de Quintana Roo, enfrentaba las consecuencias impuestas por la corrupción mexicana.
 
Hoy, después de años, recuerdo esa noche gracias a la designación para la Fiscalía General del estado de Quintana Roo. En octubre de 2004, un juez giró la orden de aprehensión contra Jean Succar Kuri, que huyó a los Estados Unidos alertado por una red de políticos, misóginos por obligatoriedad de clase y género en este país.
 
Miguel Ángel Pech Cen, propuesto por la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN) para ocupar el cargo de fiscal en Quintana Roo, es uno de los políticos que conformaron esta red de corrupción en la que se asentó uno de los antecedentes más dolorosos para las mujeres mexicanas, en términos de corrupción ante la pederastia, la esclavitud sexual y la persecución criminal y hostigamiento de periodistas.
 
Con 24 votos a favor: Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Partido Encuentro Social (PES), Partido Nueva Alianza (Panal), Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y un diputado independiente nos han recordado que los derechos de las mujeres son una cosa secundaria en los temas políticos, que no nos alcanza la preparación, la perspectiva de derechos humanos cuando somos mujeres, que pase lo que pase en este país, seguiremos siendo relegadas de los puestos de toma de decisión cuando competimos contra un hombre corrupto. El compadrazgo que siempre será más que suficiente para ocupar los cargos en México.
 
Se designó a Miguel Ángel Pech Cen como fiscal general de Quintana Roo, omitiendo sus graves antecedentes, y desde luego, ignorando la demanda ciudadana de transparencia en la elección.
 
Una vez más, uno de los hombres vinculado con las administraciones que fueron evidenciadas en “Los Demonios del Edén”, ocupa un lugar donde la toma de decisiones afectará a toda la población.
 
¿Y si no era a él, a quién? Entérese, estimada lectora, de que el gobernador de Quintana Roo tenía la posibilidad de incluir en la terna a Araceli Andrade, una abogada que, además de cubrir el perfil que el puesto exige, es una de las mujeres que incidieron para lograr una de las sentencias más importantes en la lucha contra la pederastia y la violencia machista en México.
 
Gracias a ella y a otras mujeres, fue posible impartir justicia y castigar al pederasta Jean Succar Kuri por el delito de pornografía infantil con una sentencia histórica de 112 años. Sin embargo a Araceli Andrade la dejaron fuera de la terna.
 
En cambio, repentinamente y con la gracia de la violencia política hacia las mujeres en México, incluyeron en esta terna, al abogado Miguel Ángel Pech que como funcionario fue sospechoso de obstruir la ley y la justicia también en el caso de Succar Kuri.
 
La negligencia y el entorpecimiento al caso relativo del tráfico de menores de edad conocido como La Casita no le bastaron a los diputados para tener algo de vergüenza esta vez.
 
¿Cuál es el argumento de dejar a mujeres capaces como Araceli Andrade fuera de la terna para fiscal? Argumentos no hay, pero sí un mensaje lleno de violencia política, misoginia normalizada en la oligarquía mexicana, machista por excelencia que ha vetado a Araceli Andrade.
 
Necesitamos instituciones que garanticen un ejercicio pleno de los derechos tanto para hombres como para mujeres y particularmente para los niños y niñas sumamente desprotegidos y violentados en nuestro estado.
 
Se necesitan instituciones donde se puedan investigar, perseguir y juzgar a sus antecesores, encabezadas por personas imparciales, sin intereses partidarios, que garanticen estar del lado de la ciudadanía y no del lado de políticos, delincuentes o trasgresores de los Derechos Humanos.
 
Vemos con profundo pesimismo como se desvanecen las esperanzas de seguridad y justicia para hombres y mujeres quintanarroenses, siendo nuevamente espectadores de aquellos tiempos de simulaciones y abusos, en las que se omiten las necesidades de atención a problemáticas.
 
La ciudadanía organizada del estado afirma que ninguna administración, ni secretaria de seguridad o Fiscalía en Quintana Roo ha logrado prevenir la grave violencia feminicida que azota al estado (uno de los primeros lugares a nivel nacional, como ocurre con el delito de violación).
 
Así las cosas en Quintana Roo, después de una sentencia histórica. Y es que los caballeros no tienen memoria.
 
*Cynthia Híjar Juárez es educadora popular feminista. Actualmente realiza estudios sobre creación e investigación dancística en el Centro de Investigación Coreográfica del Instituto Nacional de Bellas Artes.
 
@CynthiaHijar
 
16/CH/KVR

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