La directora del centro de derechos humanos Fray Bartolomé de las Casas, Marina Patricia Jiménez, alertó a las autoridades que con la liberación de seis presuntos paramilitares priistas podrían desatarse hechos violentos en el alteño municipio de Chenalhó.
La defensora de los derechos humanos señaló que en el municipio permea un ambiente de intranquilidad después de la liberación de los presuntos paramilitares, quienes permanecieron encarcelados en Penal de Cerro Hueco por su probable participación en la masacre de Acteal.
«Como consecuencia de la liberación de esas personas (los paramilitares) en la comunidad Los Chorros hay una gran tensión, por lo que es probable que se reactive la violencia, incluso los indígenas que han retornado a sus comunidades podrían volver a desplazarse».
La ombudsman insistió en la necesidad de que el gobierno chiapaneco continué con la política de distensionar las comunidades en conflicto y no únicamente en Chenalhó, sino en toda la zona, de lo contrario en cualquier momento podrían ocurrir acontecimientos similares a los de la masacre de 45 indígenas simpatizantes de la guerrilla zapatista en la comunidad de Acteal.
Sobre ese asunto añadió que las investigaciones sobre el multihomicidio no han sido suficientes, sobre todo porque la Procuraduría General de la República (PGR) no ha encarcelado a los autores intelectuales de esos crímenes.
En su opinión, las autoridades no debieron dejar en libertad a los indígenas recientemente liberados porque habían sido plenamente identificados por los supervivientes como los responsables directos de la matanza.
El sábado, cientos de indígenas conmemoraron el cuarto aniversario de la masacre en la comunidad Acteal, en la que el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, ofrendó una misa en honor a los caídos por las balas de los paramilitares.
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