En el marginado municipio de Chimalhuacán, conurbado a la ciudad de México, se han dado siete homicidios de mujeres entre agosto y abril, sin que haya justicia a la fecha, por lo que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) llamó a las autoridades del estado de México a parar la ola de violencia.
Inmujeres exigió a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), encabezada por Abel Villicaña, que esclarezca «a la brevedad y hasta sus últimas consecuencias cada uno de los lamentables acontecimientos que se han desarrollado en dicha localidad», informa un comunicado.
«La violencia en Chimalhuacán y en cualquier otro lugar de la República es un hecho totalmente inadmisible, por lo que las autoridades deben hacer su mayor esfuerzo por crear un ambiente de cordialidad y legalidad en todo el país» abunda la instancia encabezada por Patricia Espinosa Torres.
«El foco rojo que se ha prendido con los asesinatos en el Estado de México confirma lamentablemente que la violencia contra las mujeres no es exclusiva de ninguna ciudad o región del país,» sostiene al insistir en que la situación se agrava cuando no se da solución inmediata.
Chimalhuacán, a semejanza de Ciudad Juárez, es un municipio con más de 800 mil personas, casi todas en extrema pobreza y un índice de 36 denuncias al día por violencia familiar, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Y se encuentra en el estado de México, con un deshonroso primer lugar de acuerdo con todos los mapeos nacionales sobre feminicidio.
La prensa mexicana ha dado cuenta de los siete crímenes, en los que las autoridades locales buscan a un homicida serial.
De los casos indagados por las autoridades, el primer crimen ocurrió el 25 de agosto de 2005, cuando Aideth Váldez Solano, de 19 años de edad, apareció muerta y con señales de violencia sexual en una obra negra. El último ocurrió el pasado 16 de abril, cuando se encontró una mujer descuartizada de aproximadamente 20 años de edad.
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