Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz, aseguró que de concretizarse su candidatura a la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) está dispuesta a poner toda su capacidad y experiencia, aprovechando las enormes potencialidades que ofrece el continente.
En una carta, fechada en Guatemala, la defensora de los derechos humanos reafirmó su convicción por los procesos de unidad de los pueblos de América y destacó el prestigio que la OEA tiene en ese ámbito, pues ha desempeñado un papel de primer orden en la búsqueda de consensos y equilibrios entre las naciones.
Menchú afirmó que la propuesta de su candidatura la enorgullece «por el honor que significaría para Guatemala» y sería una oportunidad para ofrecer «mis mejores esfuerzos, mis experiencias políticas conciliatorias y conocimientos sobre la realidad de la región y de las relaciones multilaterales al servicio de los pueblos, los Estados y de las organizaciones sociales del continente».
La activista consideró que la OEA ha jugado un papel histórico en temas fundamentales como la búsqueda del respeto a los derechos humanos, la justicia y la resolución de conflictos y ofreció sus conocimientos sobre el continente y de la enormes necesidades de los pueblos, particularmente de los indígenas y de los sectores sociales empobrecidos.
En su carta, firmada el lunes 10 de enero, la defensora de los derechos humanos apuntó que ante la realidad, es impostergable reenfocar el papel de los Estados, trabajar por la inclusión, la disminución de las desigualdades y proponer un nuevo orden de relaciones en los ámbitos que incumben a los Estados y a los Pueblos haciendo uso del diálogo, la negociación, la concertación, el consenso y la unidad.
La Premio Nobel 1992 reconoció que el proceso de elección del nuevo Secretario General de la OEA está ya avanzado, por lo que existen algunos consensos regionales, a los cuales ofreció su respeto y apoyo.
Al mismo tiempo consideró que los candidatos postulados -el ministro del Interior de Chile, José Miguel Insulza; el ex presidente salvadoreño Francisco Flores, y el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez- tienen la capacidad de ponerse al servicio de los más caros anhelos de los Pueblos del Continente.
Por último, la defensora de los derechos humanos guatemalteca expuso que el diálogo, la negociación y sobre todo de la búsqueda del consenso serán los únicos medios para que un instrumento como la OEA juegue su papel en un continente cuya realidad presenta una serie de dificultades y retos en el campo de la democracia, la justicia y el desarrollo.
2005/SJ